CRIMEN SE ESCRIBE CON A
Irene Ferb
Editorial: Ediciones Kiwi
Páginas: 357
Autoconclusivo
La verdad es que en un primer momento no me llamó mucho la atención porque pensé que sería tipo 50 sombras de Grey y por ahora estoy un poco cansada del temita. Vamos, por lo de las esposas y eso. De hecho, hasta mi madre me lo dijo cuando se lo enseñé. Y creo que Laury también. Pero el caso es que no es un libro guarro, en realidad trata sobre un crimen, tal y como nos dice el título. Y bueno, que no era una de mis prioridades, pero hubo bastante gente que me dijo que lo leyese y que querían leer la reseña -ay, qué ilu me hizo-, así que me tuve que poner manos a la obra.
Aridane, la inspectora de homicidios, se enfrenta a un caso que la va a traer de cabeza: el asesinato de Rebeca, una joven que aparentemente no merecía este trágico final, y quien además, en sus últimos momentos, intentó escribir el nombre de su asesino pero del que solo es legible su inicial: la A. ¿Sospechosos? Tres hombres con los que se citó por medio de una web de citas de alto standing, el problema es que los tres tienen coartadas sólidas... y que los nombres de los tres empiezan por A. Vaya. Aridane se infiltrará y se hará pasar por una joven que busca pareja, teniendo citas con cada uno de ellos... y la cosas se irán complicando pues aunque a veces todos parecen culpables, la mayoría del tiempo está muy claro que solo pueden ser inocentes. ¿Cómo lo resolverá? ¿Conseguirá apartar sus propios sentimientos del caso?
Como habréis podido notar en esta sinopsis, no hay cochinadas. Sep, entiendo que estéis sorprendidos, porque después de esa portada pues es normal que penséis en libros eróticos, pero no. Y aunque no tengo nada en contra de esos libros, la verdad es que me alegré al descubrir que se trataba de una historia policíaca en la que había que descubrir al "malo". Últimamente les estoy cogiendo gustillo a estas tramas...
¿Es previsible? Para nada. Empieza con un capítulo en el que nos narra la muerte de Rebeca y... dios, qué mal me he podido sentir, qué agobio y qué todo. Y luego Aridane se mete en el caso, queda con los tres sospechosos... y ¡los tres tienen nombres que empiezan por A! Así que me he pasado todo el libro cambiando a mi sospechoso: Arthur, Álvaro y Adrián; porque en cada paso que ella avanzaba, te dabas cuenta de que no podía ser uno pero a la vez sí y... uf. Me encanta cuando me despistan.
Aridane me ha parecido una gran protagonista, una chica que los tiene bien puestos, porque hay que reconocer que le echa un par de narices más de una vez a lo largo de la historia y que tiene sus objetivos bastante claros, aunque pierde puntos el hecho de que haya perdido un poco la cabeza por uno de los sospechosos... entiendo que no se puede convertir en una estatua y dejar de sentir cosas pero aún así... En cuanto a los sospechosos... tampoco quiero decir mucho porque rápidamente os lo desvelaría -tengo una capacidad para spoilear que es digna de admirar-, simplemente que sepáis que Álvaro es un informático un poco friki y no muy agraciado; Arthur, un machote con pasta; y Adrián, un medio famosete con un pasado no muy brillante.
También tengo que hablar aquí de Rubén, el compañero de fatigas de Aridane, quien le acompaña en sus citas desde la distancia y que siempre está ahí para ella, de quien yo esperaba ... algo más. Y cómo no mencionar a la hermana de nuestra protagonista, Cristina, quien será un personaje al que hay que tener muy en cuenta, pues además de la la investigación del caso, esta historia también implica la vida de la propia Aridane y de su familia, quienes tienen sus propios problemas,y no solamente domésticos.
Aunque pueda parecer un libro un poco gordo, no se hace para nada denso ni pesado; el hecho de que no sea previsible y de que me estuviese sorprendiendo cada dos por tres ha sido un puntazo que me ha ayudado a devorarlo.
Y no hablemos del final, que me ha dejado patidifusa y algo en shock. No me lo esperaba para nada, de hecho estaba bastante segura de que el culpable era otro.
Vamos, que este libro es otro claro ejemplo de que no hay que juzgar por las apariencias, y me refiero tanto a su portada como a los sospechosos del crimen. Ha conseguido que me sumergiese entre sus páginas y que también sintiese que estaba investigando; si os gustan las novelas policíacas, aquí tenéis una muy buena ;)
Aridane, la inspectora de homicidios, se enfrenta a un caso que la va a traer de cabeza: el asesinato de Rebeca, una joven que aparentemente no merecía este trágico final, y quien además, en sus últimos momentos, intentó escribir el nombre de su asesino pero del que solo es legible su inicial: la A. ¿Sospechosos? Tres hombres con los que se citó por medio de una web de citas de alto standing, el problema es que los tres tienen coartadas sólidas... y que los nombres de los tres empiezan por A. Vaya. Aridane se infiltrará y se hará pasar por una joven que busca pareja, teniendo citas con cada uno de ellos... y la cosas se irán complicando pues aunque a veces todos parecen culpables, la mayoría del tiempo está muy claro que solo pueden ser inocentes. ¿Cómo lo resolverá? ¿Conseguirá apartar sus propios sentimientos del caso?
Como habréis podido notar en esta sinopsis, no hay cochinadas. Sep, entiendo que estéis sorprendidos, porque después de esa portada pues es normal que penséis en libros eróticos, pero no. Y aunque no tengo nada en contra de esos libros, la verdad es que me alegré al descubrir que se trataba de una historia policíaca en la que había que descubrir al "malo". Últimamente les estoy cogiendo gustillo a estas tramas...
¿Es previsible? Para nada. Empieza con un capítulo en el que nos narra la muerte de Rebeca y... dios, qué mal me he podido sentir, qué agobio y qué todo. Y luego Aridane se mete en el caso, queda con los tres sospechosos... y ¡los tres tienen nombres que empiezan por A! Así que me he pasado todo el libro cambiando a mi sospechoso: Arthur, Álvaro y Adrián; porque en cada paso que ella avanzaba, te dabas cuenta de que no podía ser uno pero a la vez sí y... uf. Me encanta cuando me despistan.
También tengo que hablar aquí de Rubén, el compañero de fatigas de Aridane, quien le acompaña en sus citas desde la distancia y que siempre está ahí para ella, de quien yo esperaba ... algo más. Y cómo no mencionar a la hermana de nuestra protagonista, Cristina, quien será un personaje al que hay que tener muy en cuenta, pues además de la la investigación del caso, esta historia también implica la vida de la propia Aridane y de su familia, quienes tienen sus propios problemas,
Aunque pueda parecer un libro un poco gordo, no se hace para nada denso ni pesado; el hecho de que no sea previsible y de que me estuviese sorprendiendo cada dos por tres ha sido un puntazo que me ha ayudado a devorarlo.
Y no hablemos del final, que me ha dejado patidifusa y algo en shock. No me lo esperaba para nada, de hecho estaba bastante segura de que el culpable era otro.
Vamos, que este libro es otro claro ejemplo de que no hay que juzgar por las apariencias, y me refiero tanto a su portada como a los sospechosos del crimen. Ha conseguido que me sumergiese entre sus páginas y que también sintiese que estaba investigando; si os gustan las novelas policíacas, aquí tenéis una muy buena ;)
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3'5 en realidad ;) |