Autoconclusivo
Traducción: Cristina Zuil
Cubierta: Manon Bucciarelli
Bueno, creo que este libro no necesita presentación, y es que desde el primer día se convirtió en un lanzamiento viral: ¿a quién no le va a gustar un libro que resulta ser un calendario de adviento? Cada día desde el 1 de diciembre, tienes que abrir un capítulo, en una edición que resulta una absoluta delicia.
Sin embargo, y aunque la idea ha sido fascinante y preciosa, la historia que se escondía tras esos capítulos cerrados... ha resultado ser una decepción para muchas lectoras, tal vez porque se vendía como romance juvenil/adulto y no está destinado a ese público, tal vez porque en realidad es una historia muy, muy floja.
Ahora os cuento:
Avril vuelve al fin a los Alpes, a pasar la Navidad con su padre después de llevar meses y meses de vida calmada y precavida desde su trasplante de corazón, asustada de todo lo que pueda ser un problema para su salud, a pesar de la libertad que le dan los médicos. Así, en estas Navidades, espera alejarse del escrutinio de su madre y pasar un mes con su padre, más "liberal", y de paso... reencontrarse con gente de su pasado que le despertará ciertos sentimientos inesperados.
Bueno, pues suena un poco a la típica historia de romance, ¿verdad? Vuelvo al pueblo y me enamoro de un amigo de la infancia (que resulta ser el hermano de su mejor amiga, lo que para ellas es un problemón terrible?????), con desarrollo personal y muchos dramitas. Pero ha resultado sumamente infantil, para ser protagonistas que están en la universidad, tienen una mentalidad muy infantil, las discusiones, los dramas, la forma de comportarse... no tenían ni pies ni cabeza.
Ni la historia, que podría haber sido adorable, mona e invernal, ni los personajes, han logrado estar a la altura; con conversaciones y relaciones tóxicas, y un desarrollo maloso. Ha sido una decepción, estoy muy triste, la verdad.