EL VUELO DE LENA
SARA BALLARÍN
Suma de Letras
Páginas: 371
Autoconclusivo
¡Sí! El año pasado por estas mismas fechas, si no recuerdo mal, también me leí una novela de esta misma autora: Contigo en el mundo, y me resultó muy entretenida y fresquita, por lo que cuando me enteré de la publicación de El vuelo de Lena me entraron muchas ganas de volver a leer algo de la autora.
De nuevo, ha sido un libro que he intentado leer conjuntamente con Nieves de Mundos de Lectura, de hecho lo empecé antes de lo que "me tocaba" porque ella me insistió, y no me avergüenza decir que, una vez más, esa lectura tuvo poco de conjunta jajaja.
La vida de Lena es gris y vacía, y lleva siéndolo durante muchos años: su padre nunca está, dejó su pasión atrás hace tiempo y sus días se dividen entre un trabajo que no la llena, salir con sus amigos y acostarse con su amigo Daniel de vez en cuando. Sin embargo, el día en que reciba un regalo muy especial de parte de su abuela, todo su mundo cambiará.
Esperaba encontrarme con una historia fresca, entretenida, de esas para pasar las horas muertas en verano y, bueno, la verdad es que leerse, se lee muy rápido, pero lo que me ha pasado es que no llegaba a transmitirme nada de lo que se supone que debería sentir durante la novela.
La historia de la propia Lena, aunque no es que resulte aburrida, tampoco tiene nada de especial más allá de los problemas que ha tenido que vivir, y sus quebraderos de cabeza sentimentales y profesionales no llegaban a engancharme del todo porque no les veía demasiado sentido cuando se veía desde el principio qué era lo que acabaría pasando, y en realidad no tengo nada en contra de que los romances sean previsibles, pero es que en esta ocasión la evolución de la protagonista no me ha parecido creíble, y eso que tenía potencial ver la evolución desde ese pasado doloroso que no la dejaba avanzar, ni tampoco llegaba a interesarme demasiado cómo se desarrollaba todo.
Lo que realmente me ha encantado de este libro han sido las memorias de su abuela, los capítulos de su vida, de lo que tuvo que pasar, de lo que vivió en su juventud, de su forma de reflejar la sociedad de aquella época: la vida en el pueblo, la mentalidad cerrada de la gente..., eso ha sido lo que ha hecho que la novela valiera la pena y me he encontrado en más de una ocasión deseando que todo el libro fuese sobre ella exclusivamente.
En resumen, El vuelo de Lena ha sido una lectura que ha resultado muy ágil pero a la que he sentido que le faltaba algo y que, tristemente, no ha logrado transmitirme nada, pues no he sido capaz de conectar con Lena en ningún momento por mucho que lo he intentado.
La vida de Lena es gris y vacía, y lleva siéndolo durante muchos años: su padre nunca está, dejó su pasión atrás hace tiempo y sus días se dividen entre un trabajo que no la llena, salir con sus amigos y acostarse con su amigo Daniel de vez en cuando. Sin embargo, el día en que reciba un regalo muy especial de parte de su abuela, todo su mundo cambiará.
Esperaba encontrarme con una historia fresca, entretenida, de esas para pasar las horas muertas en verano y, bueno, la verdad es que leerse, se lee muy rápido, pero lo que me ha pasado es que no llegaba a transmitirme nada de lo que se supone que debería sentir durante la novela.
La historia de la propia Lena, aunque no es que resulte aburrida, tampoco tiene nada de especial más allá de los problemas que ha tenido que vivir, y sus quebraderos de cabeza sentimentales y profesionales no llegaban a engancharme del todo porque no les veía demasiado sentido cuando se veía desde el principio qué era lo que acabaría pasando, y en realidad no tengo nada en contra de que los romances sean previsibles, pero es que en esta ocasión la evolución de la protagonista no me ha parecido creíble, y eso que tenía potencial ver la evolución desde ese pasado doloroso que no la dejaba avanzar, ni tampoco llegaba a interesarme demasiado cómo se desarrollaba todo.
Lo que realmente me ha encantado de este libro han sido las memorias de su abuela, los capítulos de su vida, de lo que tuvo que pasar, de lo que vivió en su juventud, de su forma de reflejar la sociedad de aquella época: la vida en el pueblo, la mentalidad cerrada de la gente..., eso ha sido lo que ha hecho que la novela valiera la pena y me he encontrado en más de una ocasión deseando que todo el libro fuese sobre ella exclusivamente.
En resumen, El vuelo de Lena ha sido una lectura que ha resultado muy ágil pero a la que he sentido que le faltaba algo y que, tristemente, no ha logrado transmitirme nada, pues no he sido capaz de conectar con Lena en ningún momento por mucho que lo he intentado.
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