Autoconclusivo
Traducción: José Monserrat Vicent
Cubierta: Yummy Book covers
Podéis imaginaros, de nuevo que me dejé llevar por completo por lo monísima que es la portada, pero es que además, hace ya unos meses que leí Amigos con derecho a roce, de la misma autora, y me lo pasé pipa con él.
Este, de nuevo, vuelve a ser muy guarrete, como la autora lo avisa: se trata de un reverse harem romance, con escenas sexuales entre múltiples parejas. Pero también tenemos que añadirle un toque de acción/thriller del que el otro carecía, y que le ha dado un toque emocionante.
Briar es una celebrity conocidísima, y está acostumbrada a haters y fans, pero no a que un acosador entre en su casa mientras ella está dormida. Así, pronto se hace con un equipo de seguridad, sus tres Ángeles guardaespaldas: Gen, Kenta y Matt; tres buenorros que cuidan de ella 24/7, lo que podría ser un sueño pero Briar es incapaz de concentrarse con ellos tan cerca, y menos aún teniendo en cuenta la atracción que empieza a sentir. Sin embargo, cuando un viaje a EEUU acentúa el instinto protector de los chicos, se dará cuenta de que ellos también la desean... al mismo tiempo que el acoso de su stalker se va tornando más peligroso.
Pues lo dicho: no deja de ser un romance erótico, con mucho mamarracheo y escenas hot, pero es que además ha tenido ese toque de tensión con toda la trama del stalker de Briar, el peligro, la intriga sobre quién podría ser y cómo se iría desarrollando todo (aunque estaba claro que terminaría bien, por supuesto).
Además, aprovecha para tratar diferentes temas como el terrible mundo de los famosos, las primeras impresiones, la salud mental... no muy en profundidad, porque lo principal es el romance, pero ahí está. Y lo he devorado.
En resumen, Tres chicos malos para mí ha sido exactamente lo que esperaba que fuera: adictivo, salseante y con ese toque emocionante y de acción.
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