ESCUELA DE ESGRIMA VOL. 3
C. S. PACAT · JOHANNA THE MAD · JOANA LAFUENTE
Páginas: 112
Escuela de esgrima #3
Traducción: Francisco Vogt
Ilustración: Johanna the Mad
AVISO: SPOILERS DE LOS ANTERIORES
Ay, pero menos mal que están publicando tan rápido esta historia, porque si no me podría dar un paro de los nervios por todo lo que pueda pasar. Desde el primer tomo de Escuela de esgrima estoy destrísimo de esta historia, así que espero con ansias cada nuevo volumen.
Y reconozco que, por algún motivo, pensaba que eran solamente tres, y resulta que son ¿cinco? Mucho mejor, porque eso significa que aún pueden pasar muchas cosas, pero también que la espera se alarga...
Bueno, ¿y qué ha ocurrido en este último volumen?
El final del campeonato por conseguir una plaza en el equipo se acerca, y es el momento de Nicholas Cox para demostrar que, a pesar de que su padre nunca lo conoció, es un buen esgrimista. Así, cuando al fin Nicholas y Seiji, el mejor esgrimista, se enfrentan en las pistas, saltarán las chispas y su pelea cambiará a la escuela: demostrar delante de todo el mundo lo válido que es, y todo su potencial... ¿será capaz de hacerlo?
¿Cómo puede ser que, a pesar de prometerme a mí misma que lo leeré con tranquilidad, termine devorándolo a lo loco? Es que no me duró ni media hora, ¡así no es justo! Tanto tiempo esperando para que luego la lectura sea tan efímera... ag, me subo por las paredes.
Ahora bien, debo decir que este tercer volumen ha sido probablemente mi favorito hasta la fecha, por lo emocionante que resulta el desenlace de ese torneo, por cómo todos tienen los sentimientos a flor de piel y por cómo podemos llegar a conocer mejor a los personajes, así como su evolución. ¡Y cómo van avanzando las relaciones entre ellos! Aunque sigo esperando que Seiji y Nicholas se acerquen más... pero a este paso no sé si eso llegará a ocurrir.
Ahora bien, ese desenlace no se lo perdono a las autoras, ¡no puede ser que nos hayan dejado con la miel en los labios? Qué crueles...
Así, sin duda, repito que este tercer volumen de Escuela de esgrima me ha robado el aliento: ha sido de lo más emocionante, con un ritmo frenético y momentos adorables y tiernos.