Reseña: ¡Prepárate! — Vera Brosgol

¡PREPÁRATE!

VERA BROSGOL

Brúfalo
Páginas: 246
Autoconclusivo

Traducción: Rubén Lardín

Cubierta: Vera Brosgol

¡Novela gráfica molona por aquí! Lo cierto es que no había oído hablar de ella, pero desde la primera vez que vi que se iba a publicar en España, con esa cubierta tan bonita, y una sinopsis tan original, ¿cómo resistirse?

Por supuesto, después de este libro, me entraron ganas de hacer senderismo o de hacer una excursión a la montaña (y nos fuimos, claro que sí, muy recomendado visitar La Alberca, vaya sitio más precioso). 

A Vera le resulta muy difícil encajar: es de origen ruso, y todas sus amigas viven en casas lujosas, con padres que pueden comprarles los mejores juguetes, y enviarlos a los mejores campamentos de verano. Su madre, en cambio, no puede permitirse ese tipo de gastos, pero hay un campamento que sí se ajusta a su humilde presupuesto: el de la comunidad rusa. Vera piensa que, si hay un lugar para ella, será ese campamento, pero pronto se da cuenta de que no es para nada lo que imaginaba: sus compañeras de tienda son más mayores que ella y no le hacen ni caso, las clases de historia rusa son interminables y, además, ¡los retretes son una pesadilla!

Reconozco que pensaba, por la sinopsis y por la carta que le manda Vera a su madre, que iba a tratarse de una historia muy divertida; en cambio, me he encontrado con una niña a la que le cuesta encajar, a la que le cuesta saber quién es, y quererse, y un mundo difícil para los que no son como el resto quiere que sean. 

Su impotencia, su tristeza, lo mucho que sufre al no conseguir hacer amigas, a pesar de ser lo único que quiere, y lo mucho que ha luchado por poder asistir a un campamento, por ser aceptada entre otros niños rusos, quienes piensa que tendrán más en común con ella... Me ha llegado al corazón, y no voy a negar que lo he pasado un poquito mal, pero también me ha encantado ver su evolución, cómo se enfrenta a todo lo que se le pone por delante, cómo aprende a hacerse valorar, y a aceptar su identidad, y a seguir sus deseos. 

Así, en resumen, debo decir que me ha encantado cómo refleja las dificultades de la infancia para saber quiénes somos, para encajar en una comunidad que no es la nuestra, y cómo siempre hay esperanza para la felicidad. Una historia bonita y, prácticamente, tragicómica, que me ha sorprendido y emocionado a partes iguales.