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12.12.14

Reseña: Se prohíbe mantener afectos desmedidos en la puerta de la pensión — Mamen Sáchez




SE PROHÍBE MANTENER AFECTOS DESMEDIDOS EN LA PUERTA DE LA PENSIÓN


Mamen Sánchez

Editorial: Espasa
Páginas: 297
Autoconclusivo


Pedazo de título, eh. Sí, bueno, claramente es por eso por lo que elegí el libro: era un nombre llamativo y que prometía un libro gracioso y fácil de leer. Además, si me quedaba alguna duda, otro motivo que hizo que me decidiera fue que el año pasado leí el otro libro de la misma autora: La felicidad es un té contigo y lo disfruté mucho. Me hacía falta una historia corta para desconectar un poco de todo después de todo el estrés que satura mi vida últimamente. 

Después de enterarse de que su marido le ponía los cuernos y del correspondiente divorcio, Cecilia no sabe qué hacer con su vida, pierde la ilusión por todo y el amor en sí misma. Hasta que recuerda la casita a orillas del río de sus abuelos, en la que había pasado tan buenos momentos de joven, y decide reformarla y montar una pensión. Bueno, una preciosa residencia de estudiantes, como se empeña su madre en que la llame. Cecilia suponía que tres dulces estudiantes no le darían ningún quebradero de cabeza, pero está claro que no conocía a Noelia, Ivana y Catalina. Y no podemos olvidarnos de Andrés, Justice y Azucena. ¿Que quiénes son? Ya lo veréis ;)


Como ya os he dicho, uno de los principales motivos por los que elegí este libro era porque suponía que no me haría pensar mucho, porque tenía pinta de ser muy sencillito y divertido, y aunque a ver, no es de reírse a carcajadas, la sonrisa sí que te la saca y te deja con una muy buena sensación, además tampoco hay que romperse la cabeza pensando, así que no me equivoqué en mis suposiciones. 


A pesar de que no es complicado, tampoco es que no trate ningún tema importante, porque en realidad habla de todo lo que podemos encontrarnos en nuestro día a día: la soledad, la inmigración, la muerte, las relaciones con la familia, la pareja y los amigos... vamos, que hay un poco de todo.

Creo que lo que más me ha gustado de esta historia han sido los personajes, todos tan diferentes pero a la vez, tan parecidos, con sus cualidades y defectos y con esas discusiones que se montan siempre en las familias... me han gustado mucho sobre todo Andrés y Azucena, que aparecen en un principio como quien no quiere la cosa, pero que no tienen desperdicio. 

Como con el libro anterior de la misma autora, me ha encantado que los sentimientos de cada personaje estén tratados de esa forma tan verosímil. 

Me han encantado las normas de la pensión, que aparecen como título de cada capítulo del libro, y me ha parecido muy gracioso cómo todo el mundo, incluso Cecilia, quien las había creado, se las iba saltando a la torera, pero como bien dice el dicho: las normas están para romperlas.

He disfrutado de la presentación de la historia y también del desarrollo: cómo toda la vida de Cecilia mejora con la apertura de la pensión, pero a la vez se enrolla por querer ayudar a todo el mundo, por el descubrimiento de la medallita del ángel, por las sospechas sobre quién sería el ladrón que entró en casa...

Sin embargo, lo que es el final... a ver, que me ha gustado lo que ha ocurrido pero me ha parecido demasiado repentino, siento que ha querido finalizar todas las historias de cada personaje en muy poco tiempo y dando como explicación la casualidad y el destino de cada uno. Que sí, que claro que algunas veces las cosas pasan porque sí, pero no sé, me ha parecido muy forzado.

En resumen, si buscas un libro corto, gracioso y que te entretenga sin hacerte darle muchas vueltas a la historia, seguro que te gustará.
En colaboración con Espasa