Reseña: El incienso de los espíritus — Victoria Álvarez

EL INCIENSO DE LOS ESPÍRITUS

VICTORIA ÁLVAREZ

Nocturna

Páginas: 647

Helena Lennox #3

AVISO: SPOILERS DE LOS ANTERIORES

Otra saga más que llega a su fin, 2019 parece un asesino de historias, porque me da la sensación de que este año he terminado unas cuantas, y me da una pena tremenda. He intentado alargar lo máximo posible la espera para leer este, el tercero y último de Helena Lennox, pero ya no podía aguantarme más. 

Y, por cierto, ¿podemos hablar de la belleza de esta portada? Menuda maravilla se han marcado -aunque ojalá en tonos rosas, por Japón y por el amanecer-.

El viaje Italia (en El príncipe de los prodigios) prácticamente logró destruir a su familia, y su madre sigue sin dar señales de vida; por eso Helena ve la misión de Japón como una nueva oportunidad donde empezar de cero junto a su padre y Arshad. De todas formas, no será un viaje exento de peligros, pues como les avisan en un anónimo, sus vidas corren peligro si deciden embarcarse en esta aventura, en la que les aguardan secretos, traiciones, sociedades secretas y asesinatos. 

Help. HELP. What a maravilla, en serio. Ya estaba el listón muy pero que muy alto, y aunque parece que, al principio, le cuesta un poquito arrancar, ha sido una novela que me ha enamorado, me ha alucinado y me ha dejado rota por dentro y por fuera, por tener que decir adiós a esta preciosidad y a estos personajes tan magníficos. 

Además, en esta ocasión, aunque todo comienza en EEUU, pronto nos trasladamos a Japón, y la ambientación me ha parecido, una vez más, tan bien hecha, tan inspiradora y realista, que casi parecía que nos encontrásemos nosotros también en ese país a principios del siglo XX. ¿Y la trama? Con el pretexto del encargo del museo de buscar los kimonos, nos sumergimos en una historia misteriosa, llena de peligro y traiciones, reencuentros y despedidas. Vamos, es que solo de recordar todo lo que me ha hecho sentir, se me pone la piel de gallina. Ha sido estupendo, de verdad, cómo iban entrelazándose las subtramas para desembocar en un final que no podría haber sido más perfecto, más conmovedor. Sinceramente, no cambiaría nada -aparte de hacer que nunca terminase, y eso-.

Y no se me olvida hablar de los personajes, a los que después de tres libros ya he cogido demasiado cariño como para olvidarlos, los padres de Helena, tan peculiares, Arshad, leal hasta el fin, capaz de hacer lo que sea por Helena, pero también cabezota a más no poder, y la propia Helena, magnífica y testaruda a partes iguales; el romance, los lazos familiares, el drama, ¡me han mantenido en vilo de principio a fin!

¡Oh! Y el precioso cierre, al fin, de la trama de la biografía de Helena, bua, se me saltaban las lágrimas de los bonito y agridulce que ha sido. 

En definitiva, El incienso de los espíritus no podría haber sido un desenlace mejor para la trilogía de Helena Lennox: el misterio, la aventura, el viaje, y unos personajes tan llenos de magia que, desde luego, no piensa salir de nuestros corazones en mucho tiempo. Recomendadísima, una y mil veces.