Reseña: El hijo de Neptuno — Rick Riordan

EL HIJO DE NEPTUNO

(Los héroes del Olimpo #2)

Editorial: Montena

RICK RIORDAN

ES PROBABLE QUE CONTENGA SPOILERS DEL ANTERIOR

Empiezo a tener una obsesión con Rick Riordan... su culpa por escribir estas sagas.

El caso es que yo debería estar estudiando porque tengo los finales a la vuelta de la esquina. Casi literalmente hablando. Pero a mis compañeras les ha dado el hype por esta saga y si no quiero spoilearme debo leerlos ya.

Además, echaba mucho de menos a Percy y me prometieron que en este libro saldría mi querido Nico así que tampoco es que pudiera contener mis ganas de devorarlo. Porque lo devoré.

El hijo de Neptuno, como su propio nombre nos deja ver, trata de Percy Jackson —¡POR FIN!— y de lo que hace mientras sucede el primer libro; El héroe perdido. Vamos, que ambos libros ocurren simultáneamente. Percy llega al Campamento Júpiter gracias a Hera/Juno y se le es encomendada una misión junto con Frank, un chico que no sabe quién es su padre por lo que tampoco sabe cuáles son sus habilidades; y Hazel, el personaje que más secretos esconde; básicamente. Los tres deben conseguir retrasar el avance de Gaia y no fallar como hizo el anterior grupo que salió en una misión parecida.

Es muy complicado no hacer spoilers en una sinopsis, pero al mismo tiempo contar algo para que te pique la curiosidad y quieras leerlo. Un drama.

Me gustó muchísimo más que el primero. Sé que en mi goodreads tienen la misma nota porque no puedo dar media estrella, pero creedme cuando os digo que este es mucho mejor. Quizá fue porque me recordó lo mucho que me gustaba Percy y cuánto le eché de menos en El héroe perdido. Duró en mis manos como un día, incluso menos. Nada más leer el principio quedas totalmente enganchado.

Como siempre, no esperaba qué rumbo iban a tomar las cosas porque Riordan siempre saca un nuevo dios de menor rango —en serio, ¿cuántos dioses hay?— o coge algo famoso y le da su toque. Increíble. Aunque también es cierto que si te fijas en la portada mientras lees ciertos momentos sabe perfectamente lo que va a pasar o al menos te esperas ya un par de cosas, ese fue mi caso.

Hazel y Frank, los dos nuevos, consiguieron que Leo me gustara todavía más. ¿Por qué? Bueno, pues porque aunque tienen sus momentos de semidioses geniales la mayor parte del tiempo parecía que estaban ahí para que Percy no fuera solo, el pobrecito. Si tengo que elegir a uno, prefiero a Frank porque Hazel tiene momentos de pánfila que te dan ganas de echarle una mano. A su cuello. Si fueran niños normales a los que les dijeran "oh, sorpresa uno de tus padres es un dios", comprendería sus actos de no-tengo-ni-idea-de-lo-que-debo-hacer, pero es que se supone que llevan un tiempo en el campamento entrenando. Un poquito de vida, por favor. En parte siento que esto es culpa mía, porque estoy demasiado apegada a los protagonistas de la saga anterior. Pero ahora Leo me cae mucho mejor, algo es algo.

Lo mejor fue ya el final, porque sabes que Percy en algún momento se debe reunir con sus compañeros así que van apareciendo rostros conocidos y... todos los feels. En serio, la nostalgia se nota. Ese es el problema con las sagas de Percy.

Son historias entretenidas, pero cuidado porque también son extremadamente adictivas. Yo, personalmente, os obligo a leerlas pero, como buena persona que soy, os advierto de que os van a llegar directas y puede que acabéis de madrugada en Tumblr buscando fanarts de Viria. #Justsaying

Podéis notar que cuando algo me gusta excesivamente no tengo ni idea de cómo plasmar mi opinión sin fangirlear o repetir las palabras: guay, genial, increíble, feels. Mis disculpas, los que ya lo hayan leído me comprenderéis y los que no... leedlo ya.

4.5 por ese final tan: ayyyy...

Como viene siendo normal últimamente, Laura de Volar entre líneas me prestó su ejemplar♥

Porque es un solete.