Reseña: Estrella errante — Romina Rusell

ESTRELLA ERRANTE

ROMINA RUSSELL

Del Nuevo Extremo
Páginas: 345
Zodíaco #2

AVISO: SPOILERS DEL ANTERIOR

Madre mía, ¿cómo pueden ser tan bonitas estas portadas? Destacan muchísimo en la estantería con estos colores tan brillantes y bonitos.

Zodíaco terminó de una forma increíblemente potente, así que a pesar de que hubo ciertos detalles que no terminaron de convencerme, la verdad es que tenía bastantes ganas de hincarle el diente a Estrella errante.

Después de que la hayan humillado y despojado de su título, Rho está decidida a pasar desapercibida y a dedicarse  a ayudar a sus compañeros refugiados. Sin embargo, le es imposible alcanzar una mínima sensación de paz, pues pronto se extiende la noticia de que el Marad, un grupo terrorista, planea atacar a cualquier Casa. Entre eso, y un nuevo mensaje de Ocus, Rho tendrá que saltar de nuevo a la acción y luchar por unir a las distintas Casas. 

Lo dicho: a pesar de que en el primero tuve mis encontronazos con ciertos detalles, los comentarios sobre este segundo libro lo ponían por las nubes, así que lo empecé con muchas ganas, y aunque, de nuevo, hay puntos muy fuertes, he seguido encontrándome con ciertos detalles que me impiden disfrutar del todo de la lectura. 

¿Los puntos fuertes? Es una trama muy, muy interesante y original; además, está llena de acción, por lo que siempre estamos en tensión por lo que pueda pasar. Y, por otro lado, la ambientación: el universo que ha creado, cada Casa, cada habitante de esa Galaxia, está cuidado al mínimo detalle, todos con las características que los hacen formar parte de su Casa. 

Pero, también, a pesar de lo genial que es la trama, a veces se me hacía bastante lenta la lectura, sobre todo por las intensas descripciones de cada lugar y de cada persona. Y es que toda esa originalidad es un arma de doble filo, pues cuando una descripción deja de ser interesante para convertirse en pesada...

Además, la historia de amor ha seguido atacándome los nervios continuamente: a pesar de que uno de los vértices del triángulo no esté, ella no puede centrarse en el otro porque oh, claro, ¿cómo va a hacerle eso? Está muy muy enamorada de los dos, aunque no sepamos muy bien de dónde ha surgido ese amor. No es amor, no es amor... es una obsesión. Y que conste que me encanta el personaje de Hysan, seguramente sea mi favorito de todo el libro, pero es que Rho me sulfura. 

Por último, el final me ha vuelto a dejar con unas ganas inmensas continuar con Zodíaco: todo lo que rodea a la 13 casa es tan misterioso... y se nos van dando pistas de lo que pasó, de la Historia de la galaxia, que nos hace necesitar la continuación. 

Resumiendo, es una lectura que me ha resultado bastante agridulce, pues como ya he dicho, ha habido puntos que me han encantado y otros que los que no soy capaz de tragar por mucho que lo intente.