Autoconclusivo
Cubierta: Msnty StudioX
Bueno, menudas ganas que tenía yo ya de volver a leer a María Martínez: van ya tantos años enamorándome con sus historias que siempre es una elección segura.
Además, en la mejor época, pues tiene esa ambientación invernal que va tan a juego con el momento que estamos viviendo (y una cubierta preciosa, ¿verdad que sí?). De sus últimas historias, me quedó sin duda con la de Cuando no queden más estrellas que contar.
Aquí vamos con otro romance conmovedor:
El refugio de Hunter es la música, sin embargo, al descubrir una carta manuscrita en su buzón, su vida da un giro radical y comienza a cuestionarse todo lo que sabe de sí mismo. Por su parte, la vida de Willow es ahora un cúmulo de sueños frustrados, incapaz de encontrarse a sí misma entre todo lo que los demás esperan de ella. Así, ambos coincidirán en un pueblecito y descubrirán que todo lo que les ha pasado les ha llevado a ese mismo momento y a quienes son, y que un amor de invierno puede sobrevivir al deshielo.
Reconozco que los primeros capítulos me atraparon por completo y me robaron el corazón bien rápido: los respectivos problemas a los que deben enfrentarse tanto Willow como Hunter resultan importantes y te invitan a cogerles cariño y querer defenderlos, sin embargo... pronto sentí que la historia perdía fuerza y se iba, poco a poco, convirtiendo en una novela más, típico romance en EEUU que no tenía ningún toque especial.
No me malentendáis, anda que no he disfrutado de historias de amor ficticias ambientadas en cualquier país, pero lo importante es siempre cómo están contadas, y cómo lo viven los personajes, y si bien María escribe precioso, en esta ocasión he sentido que tanto Willow como Hunter se me hacían demasiado estereotípicos, más él que ella, en realidad, y no sentí queso crecimiento fuese tan bonito como en otras ocasiones.
Es cierto que ha sido una historia entretenida, ágil, que me ha durado bien poquito porque, al final, como digo, María escribe fenomenal y me encanta, pero es cierto que, si bien la ambientación ha sido muy mona y el romance, cuqui, me ha dejado un poquitín indiferente; lo mejor ha sido la historia que descubríamos a través de los diarios.
En conclusión, Lo que la nieve susurra al caer ha sido un romance entretenido, ambientado en el invierno de un pueblecito, con personajes monos y una historia cuca, pero que siento que podría haber sido mucho más, y que no ha logrado emocionarme tanto como otras novelas de la maravillosa María.
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