Reseña: La chica que se entregó al mar — Axie Oh

LA CHICA QUE SE ENTREGÓ AL MAR

AXIE OH

Elastic Books
Páginas: 380

Autoconclusivo

Traducción: Scheherezade Surià

Cubierta: Kuri Huang

¿Es esta otra de esas ocasiones en que he quedado absolutamente prendada de la portada y no me he podido defender siquiera de la necesidad de leer este libro? Sí. 

Bueno, vale, también resulta que ya conocía a la autora de XOXO, que había leído muy buenos comentarios de esta historia, y que se trataba de un retelling de inspiración coreana, así que ¿cómo iba a decir que no?

Para que las tormentas se detengan, acabar con la maldición y recuperar el favor del Dios del Mar, se debe entregar una joven elegida al mar, para que se convierta en su esposa. Sin embargo, Mina se sacrifica en lugar de la chica elegida; al llegar al Reino de los Espíritus, una tierra de magia y espíritus, descubre que el Dios del Mar está sumido en un sueño mágico del que ella debe despertarlo para terminar con las desgracias. Pero debe darse prisa: un humano no puede permanecer durante mucho tiempo en esta tierra, y algunos harán todo lo posible para evitar que despierte.

Ay, con este tengo sentimientos encontrados: por un lado, la idea me parece mágica, y la ambientación ha sido absolutamente increíble; por otro lado, siento que está narrado de forma demasiado sencilla, que no llega a profundizar lo suficiente en los personajes, y por eso mismo, al menos durante la primera mitad, se me ha hecho un tanto flojito. 

Ahora, la trama no deja de ser sensacional, con unos personajes que, si bien son bastante arquetípicos, resultan la mar de originales, y los giros argumentales en la trama han sido fascinantes: hacia el final prácticamente me explotó la cabeza, y admito que ha logrado emocionarme en más de una ocasión. 

En definitiva, La chica que se entregó al mar es un libro que siento que podía haberse explotado muchísimo más, pero que cuenta con una ambientación preciosa, y una historia emotiva y mágica, con un desenlace maravilloso, así que no puedo negar que, al final, me ha ganado por completo.