Reseña: Sed — Neal Shusterman y Jarrod Shusterman

SED

NEAL SHUSTERMAN y JARROD SHUSTERMAN

Nocturna
Páginas: 418
Autoconclusivo

¡Y menos mal que es autoconclusivo, porque llega a ser una saga y acabo muerta! Admito que no había leído la sinopsis antes de lanzarme a por ello, pero conociendo ya otras historias de Neal Shusterman como la de Siega o Desconexión, ya me imaginaba por dónde irían los tiros, y tenía muchas ganas de sumergirme en una historia que me robase el aliento. 

Pero os aviso: leedlo con una botella de agua a mano, porque os vais a agobiar. Mucho. 

Alyssa vive con su familia en el sur de California, en un bonito barrio residencial muy tranquilo. O, al menos, lo es hasta que un día deja de salir agua por el grifo. La sequía ha durado varios años y les han advertido miles de veces de que no desperdicien el agua, y ahora se han quedado sin ella. En apenas unas horas, familias desesperadas han arrasado con los líquidos del supemercado, y los padres de Alyssa no tienen más remedio que ir en busca de provisiones. Pero no regresan. Así, Alyssa, su hermano pequeño y el vecino rarito se tendrán que enfrentar a difíciles situaciones si quieren sobrevivir. 

Buf. Ha sido una lectura increíble; de esas en las que, aunque nunca hayas pasado por nada parecido, consigues sumergirte y sentir que eres tú quien está dentro del libro, luchando por cada gota, enfrentándote a quien sea, al miedo... Y es lo que tienen los libros de Neal Shusterman: son distopías, pero su enorme verosimilitud hace que den aún más miedo. Y con este he sufrido muchísimo. 

¿Qué harías si te quedaras sin agua? ¿Y si el mundo se volviera loco por los pocos recursos? ¿Cómo se enfrenta cada persona, cada familia, a esas situaciones límite? Seguir cada minuto de la vida de Alyssa me ha dejado sin aliento, y también la perspectiva de otros personajes, como el vecino, Kelton, cuya familia se ha pasado la vida preparándose para algo así, o Jacqui, una superviviente natural, o Henry, quien intenta sacar algo de cada situación. No podrían ser personalidades más diferentes, y por eso resulta fascinante ver cómo reacciona cada uno de ellos a la restricción. El miedo, la necesidad, la locura y la agonía, cómo pueden cambiar a las personas y empujarlas a hacer algo que nunca pensaban que tendrían que hacer. 

Es una novela con un ritmo frenético que te deja sin palabras y te transmite un agobio inmenso. Pero ha sido brillante. 

Vamos, que tengo que recomendarla encarecidamente, Sed ha sido una lectura que me ha consumido y me ha maravillado por lo estupendos que han sido los personajes y por lo mucho que me ha transmitido.