(Play #3) Editorial: Montena.
JAVIER RUESCAS
Vale, vale, vale, sé lo que estás pensando. Me he leído Live como hace casi dos meses y todavía no he publicado la reseña. ¿Cómo ha podido esto pasar? Pues como todo, porque lo he ido posponiendo.
Ahora es cuando os confieso que no quería leer este libro. Lo cogí con unas ganas enormes pues Show me encantó, pero... Es el final. Quiero decir, le he cogido mucho cariño a Leo y a Aarón como para dejarlos tan pronto. Así que lo fui dejando, cogía otro libro, lo miraba ahí solito en mi escritorio... Al final me armé de valor y lo cogí. Pero era incapaz de leer más de dos páginas por día. De hecho, si visitáis mi aNobii habréis visto que tuve un parón de lectura por ese tiempo debido a que no avanzaba con ningún libro. Finalmente lo acabé y, como suelen decir, más vale tarde que nunca aquí os traigo mi opinión al respecto.
Live es la última parte de la trilogía Play, libros que empecé y devoré el año pasado. Lo que me gusta de ésta saga es que no tengo ni idea de por dónde van a ir los tiros. Bueno, Play si te haces más o menos una idea de lo que puede pasar pero en Show yo no tenía ni idea de qué se le iba a ocurrir al escritor. Pues con Live me pasó lo mismo.
Leo y Aarón están de vuelta en Madrid y, como pasa en todos los libros, el hermano mayor está haciendo lo imposible por ser alguien mientras que el pequeño utiliza cualquier excusa para esconderse en su habitación. Ahora no tienen ninguna compañía que los respalde por lo que están solos ante las cámaras. Leo está cansado de que todo el mundo le menosprecie y Aarón solo quiere que le dejen en paz. Entonces aparece nuestro adorado Ícaro con un loco plan al que no pueden negarse.
No os voy a contar más, aunque si queréis spoilearos un poco solo tenéis que leer la sinopsis oficial (cosa que yo no hice porque no me gusta leer sinopsis, ya, y luego me quejo de que nunca sé cómo va a ir la trama. Bueeno, me gusta darle emoción).
Se puede notar una gran evolución en los personajes y esto es algo que dice todo el mundo en todas las sagas pero os prometo que aquí el cambio de mentalidad se nota un montón. Aarón se nos vuelve un poco más valiente y decidido mientras que Leo comienza a usar la cabeza para pensar antes de actuar (aunque ya sabéis como es...) y nuestros queridos secundarios Zoe, Emma e Ícaro son explotados para que podamos conocerlos bien a fondo (eso suena fatal, mis disculpas).
El libro me encantó en su totalidad aunque hubo una cosa que veía venir desde el principio y me desgarró el corazón, me mató cuando resultó ser verdad y sufrí horrores. Así que sí, vas a sufrir un poco bastante con este final. Puede que sueltes alguna que otra lagrimilla como hice yo pero merece mucho la pena porque es uno de los mejores finales de trilogía que he leído (la verdad, es que ahora mismo no recuerdo ninguna saga que me haya gustado el final) (Iba a decir Cazadores de Sombras pero Cassandra Clare no volvió a abrir la saga ¬¬)
Por último, sé que os preguntareis a qué viene la foto de la torre Eiffel. Bueno, no sé si sabéis que estoy obsesionada con esa maravilla arquitectónica (y si no lo sabíais ya lo sabéis) y he aprovechado que en el libro hace una cosa super cuqui cuando están ahí para ponerla. De hecho, he tenido la suerte de viajar este año a un par de ciudades donde se desarrolla el libro con mis amigos y no hemos podido evitar rememorar las cosas que van pasando en Live. (Sí, porque nos hemos leído todos la saga)
¿Os recomiendo esta saga? NO. Os ORDENO que la leáis. No solo por lo original y novedosa que es la trama, ni por el desarrollo de los personajes, ni por lo que nos enseña del mundo de la fama sino por lo divertida y fresca que es. Por lo bien que me lo he pasado leyéndola y comentándola con Lu y, vamos a ser sinceros, por lo mucho que habla de Harry Potter.
Aquí es donde digo; enhorabuena Javier Ruescas/Ícaro: voy a ver Doctor Who. Lo habéis conseguido.