Elena Castillo Castro
Editorial: Ediciones Kiwi
Páginas: 266
Baile de luciérnagas #1
No había oído hablar a nadie de este libro, por lo que cuando me lo encontré por el ebook me quedé un poco sorprendida. No me acordaba de que lo tenía. Y tampoco tenía ni idea del tema que trataría -aunque yo siempre tengo la esperanza de que sean de amor-. Supongo que si en un principio me llamó la atención fue por el título y por la portada, que me parecen muy bonitos. Así que bueno, estaba aburrida, no sabía qué leer y decidí darle una oportunidad.
Tras sobrevivir por los pelos al accidente de coche que se cobró la vida de sus padres, Alexandra Meynel acaba de entrar en el internado de Macclesfield, en el que encontrará jóvenes adolescentes que, como ella, poseen grandes fortunas. Aunque ella sigue de duelo por la muerte de sus padres, poco a poco y gracias a sus compañeras, y sobre todo, a la compañía del guapísimo y misterioso Albert, irá recuperando las ganas de vivir y el dolor se irá desvaneciendo. Pero... empieza a darse cuenta de que hay algo que no cuadra: ¿quién es realmente Albert? Ninguna de sus amigas parece conocerlo, y eso que ellas conocen a todo el mundo. Nunca aparece cuando está con los demás y ¿qué es esa corriente eléctrica que la recorre cuando se tocan?
Según empezaba a leer, a pesar de que sentía que era muy obvio lo que iba a ocurrir, la verdad es que no podía dejar de leer, porque a pesar de esa sensación, el libro terminaba sorprendiéndome, llevándome por donde menos me lo esperaba. En un principio me imaginaba que iba a ser un poco al estilo de Night School, pero a medida que avanzaba la lectura, me iba recordando a Taibhse -si no habéis leído ninguno de los dos, entonces seguro que os sorprende mucho más la historia-.
Me ha gustado mucho la evolución de Alexandra, cómo se iba recuperando poco a poco del trauma, pero aún así seguía ese dolor. Pero no he terminado de comprender la relación que tiene con sus compañeras Melanie y Shannon, pues en algunos momentos parece que de verdad quiere pasar tiempo con ellas, pero de repente, en otras ocasiones, las evita como si fuesen la peste, llegando a salir por la ventana de su habitación solamente por que no la encuentren.

El misterio sobre Albert, aunque en un primer momento me ha hecho exprimirme la cabeza, al avanzar un poco, me ha resultado previsible quién era y lo que iba a acabar ocurriendo -tampoco quiero dar muchos detalles por no fastidiaros a vosotros la sorpresa-, aunque de todas formas es un personaje que me ha encantado. El problema es que no he terminado de creerme la historia de amor. O sea, sí, veo que hay un cariño y que se gustan entre ellos pero... ¿tanto como para decir que están completamente enamorados el uno del otro? Pues lo siento, pero no me lo puedo creer. Y mira que me encanta creérmelo.
En cuanto al final, me ha dejado con la boca abierta. He tenido que volver a releer ciertas partes porque se me quedó cara de boba, no me di cuenta a la primera de qué había ocurrido ni por qué, y después de releerlo... bueno, sigue sin cuadrarme del todo pero la verdad es que es un puntazo. Aunque me ha dado mucha penita. Y muchas ganas de leer la continuación.
En resumen, es un libro que, a pesar de tener ciertos momentos muy previsibles y una historia de amor que me cojea un poco, me ha enganchado desde el principio y me ha hecho devorar cada una de sus páginas.