EL VENTANAL
LEMONY SNICKET
Montena
Páginas: 224
Una serie de catastróficas desdichas #3
AVISO: SPOILERS DE LOS ANTERIORES
Sí, otra vez vuelvo a decir que estoy muy pero que muy agradecida de que hayan vuelto a traer estos libros a España, que no se merecían para nada haber caído en el olvido, y otra vez vuelvo a decir que si no les habéis dado aún una oportunidad por pensar que sois demasiado mayores... estáis completamente equivocados. Y por cierto, los libros tienen unas ediciones exquisitas.
Una serie de catastróficas desdichas es una saga que va a mejor en cada libro y se merece todo el reconocimiento que se le pueda dar, y que hayáis visto ya la película o la serie no significa que ya sepáis todo lo que hay. A leer se ha dicho.
La vida de los huérfanos Baudelaire no es fácil, y es aún más complicada si tenemos en cuenta que el conde Olaf anda detrás de ellos decidido hacer lo que sea para robarles la fortuna. Esta vez, los tres hermanos conocerán a su tía Josephine, una mujer un tanto peculiar que está convencida de que lo peor va a ocurrir, se enfrentarán a unas horribles sanguijuelas hambrientas y vivirán trágicas aventuras... ¿estás seguro de que estás preparado para conocer sus desdichas?
Me ha encantado releerlo, cuando lo leí de pequeña se me escaparon unos cuantos detalles que no pude apreciar en su día y que hoy me dejan cada vez más flipada. Me parece una auténtica pasada la forma en la que escribe el autor, y ya lo he comentado otras veces, pero el papel de Lemony Snicket me parece uno de los mejores, y eso que no es protagonista ni nada.
Como siempre, es una historia aparentemente muy sencilla, pero que esconde unas cuantas claves muy importantes, y para las que hay que estar muy atento: a lo largo de los libros se nos van dejando una serie de migas de pan que debemos recoger si queremos montar el puzzle... y es genial ir encontrando cada una.
Por su parte, los personajes protagonistas, los tres hermanos, no se quedan estancados: van madurando y vemos cómo van creciendo, demostrando una y otra vez que no por ser niños tienen menos razón que los adultos; y en cuanto al nuevo tutor que se nos presenta, la tía Josephine, es... digamos que muy extraña, con un montón de manías que me han sacado de quicio pero que tienen su explicación. Y, por supuesto, volverán a aparecer ciertos personajes de los libros anteriores...
Tengo que señalar que me parece muy llamativo que estando "dirigido" a los más pequeños sea tan desdichado, y nunca mejor dicho, pero claro también nos encontramos unos cuantos momentos cómicos de lo inverosímiles que son, así como bonitos, pues la relación entre los huérfanos es preciosa.
Y el final... bueno, sorprendente e impactante. Tenéis que leerlo. Y por cierto, me parece una idea genial que se añada al final del libro el primer capítulo del siguiente, para ir abriendo boca: El aserradero lúgubre, allá vamos.
Resumiendo, que me encanta esta saga y que necesitáis leerla muy fuerte para descubrir la pluma del autor y disfrutar de todos sus juegos de palabras tan ingeniosos, así como con los personajes que aparecen, ya sean del lado de los buenos... o no.