Reseña: Maléfica

MALÉFICA

¡Tenía unas ganas enormes de ver esta peli! Desde el día que fuimos a ver la película de Divergente, apareció el trailer y fue como:”Sí, he vuelto a mi infancia, por fiiiiiiiiiin” (porque La bella durmiente era mi princesa preferida, si lo pienso no sé por qué era, la verdad, porque se pasaba toda la película sin hacer nada, pero bueh). Encima haciendo Angelina Jolie de Maléfica… amor absoluto por favorrrrrrr, esa mujer es una pasada.

Bueno, supongo que todos conocéis la historia de Aurora: acaba de nacer, la están regalando dones las hadas madrinas y llega Maléfica que es un hada más mala que el pan duro y la maldice: cuando cumpla dieciséis años se picará con el huso de una rueca y PATAPÁM. Pero en esta versión nos cuentan la historia desde el punto de vista de Maléfica, que aunque siga teniendo ese nombre tan horrible, ¡resulta que no es mala! Era una hadita adorable que vivía con otras haditas también adorables. Además, era la máááás fuerte de todo el bosque, con unas alas enormes y muy poderosas. Hasta que ¡oh! Aparece un chico. Y la roba el corazón. Y ya que está las alas (Aleeee, fiestaaaaaa, 2x1). Así que Maléfica, despechada, se vuelve mala malísima y cuando nace la hija del ya mencionado sinvergüenza, nuestra protagonista se presenta allí y les hace el ya conocido regalito. Y ya sabéis, Aurora se va con las hadas al bosque para que la protejan (que más segura habría estado con una jauría de lobos porque vaya panda de ineptas) y finalmente la que se ocupa de ella es...sí, nuestra Maléfica.

Y me encantan los momentos de ésta última de “Soy más mala que un dolor de muelas”, “¡Cómo te odio, pequeño bicho!”, cuando se ve claramente que es más buena que un angelito. En serio, hay momentos en los que es para darla un achuchón. REPITO: ANGELINA JOLIE FOREVER. Es que lo clava, de verdad. Y su cuervo también me gusta mucho, la verdad es que no me lo esperaba así. Por otro lado, Aurora, pues ya os la imagináis, la típica princesita guapísima y súper buena que da de comer a los animalillos, ríe mucho y a la que todos quieren, nada nuevo.

Y no quiero contar mucho más porque la verdad es que merece mucho la pena verla, tiene momentos de acción que te mantienen en tensión con muchos: “¡AY MI MADRE!” y “¡VAYA TORTA!”, y partes mucho más sensibleras que te ponen la piel de gallina y hasta soltar alguna lagrimilla.

Así que si no la has visto, ya estás tardando.