CRASH INTO YOU
(Pushing the limits #3) No en español
Katie
McGarry
Hace ya bastante
tiempo que terminé el anterior libro, y la verdad es que sí tenía ganas de
saber qué pasaría con Isaiah después de que Beth ( su graaan amor), encontrase
a su Ryan, pero lo bueno de estas sagas es que aunque no recuerdes muy bien los
detalles de los libros anteriores, no importa, ya que son bastante
independientes y puedes leértelos sin tener ni idea de los otros. Bueno, manos
a la obra.
Por un lado tenemos a
Rachel, la típica chica buena, guapa, con notazas, de buena familia, un montón
de hermanos guapos y sobreprotectores… vamos, divina de la muerte, pero ¿el
problema? Su hermana murió de cáncer y ha vivido toda su vida siendo la
sustituta que toda la familia quiere que sea, teniendo que ocultar todas sus
inseguridades y su pasión por los coches.
Y por otro a Isaiah,
el chico malo: tatuajes, piercings, guapo y cachas, coche súperguay, rezumando
peligro…irresistible. Pero que en el interior no hace más que sufrir por el
hecho de que su madre fuese a la cárcel, condenándolo a una vida de casas de
acogida; y por Beth, de la que llevaba enamorado por los siglos de los siglos y
que no le correspondía. Y menudo corazón que se gasta, es que no le cabe en el
pecho.
¿Y quién puede
imaginarse que la chica buena y rica se enamore del chico problemático y pobre?
Nadie, ¿verdad? Pero con este tipo de libros ya sabes lo que te espera: pastelosidad.
En fin, que se
conocen en una carrera ilegal de coches y les persigue la policía y escapan
juntos y se enrollan porque los dos son adorables y sinceramente son tan
opuestos que están hechos el uno para el otro, Rachel con toda su luz e
inocencia, e Isaiah con toda su oscuridad y esa madurez que le ha tocado
adquirir para poder sobrevivir. Me encantan, de verdad.
Y bueno, se meten en
un jaleo de tres pares de narices porque Eric, el que se encarga de las
carreras, los culpa de que los pillase la policía. Total, que tienen que
pagarle 5000 dólares, o si no… (rellenar aquí con castigos y torturas varias).
Y uno pensaría, “Oye,
¿no es súperrica? Que saque el dinero de algún lado.” Pero no, porque claro,
¿cómo va a decepcionar a su familia? En fin,
que como las carreras
no les habían traído problemas ni nada pues se les ocurre… ¡Sí! La brillante
idea de sacar el dinero corriendo con los coches. Tan originales…
A pesar del
argumento, que se ve venir a la legua, y repito, ya sabes lo que te espera
cuando empiezas un libro de estas características, los personajes me han
ENCANTADO, están tan logrados que no te cuesta nada imaginar que existen de
verdad. Son personas normales, como tú y como yo, Rachel con sus problemas e
inseguridades, pero aún así su único objetivo es la felicidad de sus seres
queridos, y si para conseguirlo tiene que pasar por encima de sí misma, pues lo
hace; Isaiah… bueno, enamora, así de simple, a pesar de todo lo que ha tenido
que vivir, mira qué pedazo de corazón tiene; y sobre todo, me ha sorprendido
Abby -la amiga de Isaiah-, que en un principio me parecía una malota y al final
he terminado queriendo tener una amiga como ella.
Por otro lado la
familia de Rachel…no. No me gustan nada. Mucho dinero, mucho “te queremos
Rachel, pero aunque vemos que te hace daño es mucho mejor que sigas haciéndonos
felices y renuncies a tu vida, porque total, estás aquí para cubrir el hueco de
tu hermana”. No digo que no lo hayan pasado mal también, pero aún así… por mí
se pueden ir a freír espárragos todos.
Y el final.. bueno,
tuve un miniataque cuando no apareció Rachel en el siguiente capítulo -ya que
cada uno va alternando el punto de vista de Rachel o Isaiah-, pero me
encanta el desenlace, muy comieron perdices.
¡Holaa!
ResponderEliminarNo sé porque me da que esto se parece un poco a After, haber no en lo de pasarse el día en la cama y esas cosas... Si no lo de que la chica es al niña buena y el justo todo lo contrario y así.
Puede que algún día me lo lea, pero no es que me llame mucho la atención.