Autoconclusivo
Cubierta: Mireya Murillo Menéndez
¡Hola, hola! Aquí llega, un año más, una novela finalista del Premio Neo; un premio que me ha traído más de una lectura de 5 estrellas, de esas que se quedan contigo hasta el final.
En esta ocasión, además, se trataba de un romance juvenil (para los que tal vez me estoy haciendo ya un poquito mayor), ambientado en España, lo que siempre me hace mucha ilusión (por favor, más de estos, gracias).
Vera dedica todos sus ratos libres (o los que le permite su madre) a encarnar a la bárbara Sandalveth en Reinos de Alanar, el videojuego gracias al que conoció a su mejor amigo, el hechicero Efarin, aunque aún no haya conseguido desvirtualizarlo. Con el verano, espera que llegue la libertad para dedicarle todas las horas que quiera, pero el destino se entromete y su viejo ordenador revienta en plena época de exámenes, lo que la aparta de Efarin y de sus planes; y no solo eso, sino que, de un día para otro, su hermano anuncia que deben mudarse a otra ciudad... ¿Qué más le deparará el futuro a Vera?
Pues ha sido bastante lo que esperaba: una novela cortita y ligera, con un romance entretenido y suave, y un par de giros argumentales para darle más chicha; asimismo, reconozco que el tema del videojuego me ha parecido interesante y original, mostrando ese lado friki que muchos hemos vivido, así como el inicio de ella relación entre Vera y Efarin, y el desarrollo de esta, con la ayuda del destino...
Es cuca y se lee en un suspiro, la he disfrutado bastante, aunque reconozco que desde el momento clave en la relación romántica, he sentido que ya no había mucho más que contar, y el drama + conflicto posterior no me ha terminado de encajar demasiado, aunque estoy bastante segura de que si lo hubiera leído con la edad de los protagonistas, me habría conquistado de cabeza.
En conclusión, Si rompemos las barreras es un romance juvenil muy mono, con un toque friki, ambientado en España (lo que para mí siempre es un plus), ligero y que te deja con muy buen sabor de boca.
Hola :)
ResponderEliminarPor el momento, no me animo con su lectura, pero no lo descarto del todo.
Besos