Shh ediciones
Páginas: 359
Autoconclusivo
Traducción: Máximo Sáez
Cubierta:
Sí, sí, y sí, me moría por leer historias navideñas en esta época, y es que aunque falta un pelín para Navidad, yo ya siento todo el ambientillo e intento alargar al máximo la emoción de esta festividad.
Como me encantan las películas navideñas, evidentemente, las novelas también me flipan, y encima esta cubierta me parecía taaaaan monísima... Además, "estrenamos" sello editorial, que viene prometiendo historias geniales.
Jasper se fue del pueblo pero, tras casi dos años intentando encajar en el campus y sin llegar a conseguirlo debido a su autismo, regresa a casa, habiendo abandonado la carrera de Psicología y con intención de estudiar Diseño de interiores. Esta vuelta a casa coincide con el anuncio de la boda de su hermana, para la que cuentan solo con un mes para organizar todo, trabajo que recaerá en Jasper, quien, además, lo compaginará con todo lo que pueda para ahorrar e independizarse. Poco esperaba que a su apretado horario tuviera que añadir enamorarse de la única persona del pueblo a la que no le cae bien.
Reconozco que, durante los primeros capítulos, me costó mucho conectar con la historia, y es que la forma en que está narrado no terminaba de convencerme, lo que hacía que me resultara un tanto incómodo leerlo, pero nada natural, lo que hacía que se perdiera esa magia. Asimismo, hay que añadir lo frustrante e indignante que resulta la familia de Jasper, lo mal que se comportan con ella, lo que no ayudaba a querer seguir leyendo.
Ahora bien, la trama y, sobre todo, los protagonistas, son tan cálidos y tiernos que era imposible no caer en sus redes. Y admito que ha sido ese romance, ese slow burn (aunque en realidad no es tal), lo que me ha cautivado por completo.
Un romance navideño, pueblo pequeñito y protagonistas que son unos tontorrones por negar sus sentimientos, ¿se puede pedir más?


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