LA GRAMÁTICA DEL AMOR
Rocío Carmona
Editorial: La Galera
Páginas: 280
Autoconclusivo
Ay, este libro. Veréis, creo que fue hace ya unos cuantos años cuando lo leí por primera vez porque se lo vi a una amiga en la estantería y con este título tan, tan adorable en el que se da a entender que en la historia se van a mezclar las letras con el amor ¿cómo no iba a querer leerlo? Además, la portada es tan cuqui todo en blanco y negro menos el pelo y el corazón...Así que me lo tuvo que dejar porque si no habría muerto apaleada por mi cara de cachorrito abandonado. Volviendo al tema: me encantó. Mucho. Y ahora que lo he releído me he vuelto a enamorar.
Cuando los padres de Irene se divorcian, la envían a un internado al sur de Inglaterra para alejarla de toda esa tragedia. Allí conoce al guapísimo y fantástico Liam, que al final acabará siendo un sinvergüenza más. Pero gracias a la ayuda de su profesor, Peter Hughes -más conocido por sus alumnos como Byron-, y a La gramática del amor: una serie de novelas que van desde Goethe a Murakami; conseguirá olvidar este desengaño y conocer otra parte mucho más bonita de los sentimientos. A partir de ese momento, la vida de Irene cambiará completamente y empezará a ver al guapísimo Byron con otros ojos, mientras que otro misterioso pretendiente estará deseando ganar su corazón.
Desde el primer momento fui completamente capaz de meterme en la vida de Irene, compartiendo sus sentimientos, desde la indignación por el pelele de Liam, hasta la tristeza por el desengaño y la ilusión por un nuevo amor. Y no solo digo lo de meterme en la historia por los sentimientos, sino porque yo también sentía como si estuviese en ese internado al lado de un acantilado, y hay momentos en que no me habría sorprendido escuchar yo también el sonido de las olas al romper (ay, pero qué cursi que soy).
Además, lo de la asignatura de La gramática del amor me ha parecido una idea estupenda, enseñarte a sentir ¡y con libros! Menudo fomento de la lectura, ya podrían hacerlo en los institutos. Seguro que así muchos más se animaban a leer un buen libro en lugar de pensar que es una tontería *sillazo pa' ellos*. Sobra decir que me han entrado ganas de leer los libros de los que habla, aunque me haya espoileado algunos (mal, muy mal). Y me han gustado mucho las frases de esos libros, que aparecían como "al azar" y que finalmente formaban algo así como las piezas de un puzzle.
En cuanto a los personajes... pues Irene me ha encantado, aunque en algunos momentos me saque un poco de quicio que sea tan ingenua, en general es de las mejores protagonistas que he leído. Byron, bueno. Es un gran profesor y una gran persona, pero no deja de caerme un poco mal por dejar que una alumna se enamore completamente de él y darle alguna que otra falsa esperanza. Martha y Josh -el bibliotecario- tienen sus momentos buenos y malos, como todos. Y Marcelo. Bueno, Marcelo me ha encantado.
La gramática del amor se estudia con el corazón, pero solo hay una manera de aprobar el examen: vivir.
Y el final... bueno, a medida que vas leyendo el libro y cuando no te queda mucho para acabarlo, pues es bastante predecible, no os voy a engañar. Pero a la vez lo presenta de una forma tan bonita y lo expresa de tal forma... que no te esperas que te deje con esa sensación tan buena al acabar.
¿Entonces? Claro que lo recomiendo, porque es un libro que me encanta y que consigue atraparte tengas la edad que tengas -porque ya os digo que lo leí hace un tiempo y ahora he vuelto a disfrutarlo como la primera vez-. Así que si disfrutáis de una buena historia de amor y de la literatura, La gramática del amor os encandilará como a mí.
Muchas gracias a La Galera por el ejemplar♥