MI HERMANA VIVE SOBRE LA REPISA DE LA CHIMENEA
(Autoconclusivo)
Editorial: Punto de lectura
ANNABEL PITCHER
Hace un par de meses -aproximadamente- os traje la reseña de Nubes de ketchup y comenté que su primer libro me había gustado mucho, por eso quise leer ese. ¡Pero no os había hecho la reseña del que me había gustado tanto! Y aprovecho ahora para traérosla antes de que se me olvide.
Por supuesto, sé que lo estáis pensando así que lo voy a decir: la portada es tan sumamente roja que no puede ser más genial. Aunque he visto dos ediciones más en las que es verde o tiene dibujos como si fueran plastilina (algo parecido) lo importante es que esta es la mejor porque es perfecta. Todos los dibujos tienen un significado que se irá descubriendo según avanzas en la historia así que ya sabéis, a leerlo.
La historia está contada desde el punto de vista de Jamie, un niño de 10 años, que vive con su padre y su hermana. Todo parece relativamente normal pero nos damos cuenta -más que nada por el título, que no es nada spoileante- que algo falla. Su madre ya no vive con ellos y por muchas promesas que hizo no se molesta ni en llamar para ver si siguen vivos. Su padre no supera lo que pasó y se pasa el día prácticamente borracho porque no encuentra forma de salir de ese agujero en el que se ha metido. Así que es su hermana mayor la que tiene que estar pendiente de él, pero ahora el colegio no está tan bien como debería y no sabe qué hacer.
Iba un poco recelosa porque, si ya digo que hay escritores que no consiguen parecer un adolescente, es muy difícil narrar como si fueras un niño. Esa inocencia, ese no saber qué está pasando... me parece algo bastante complicado así que no me esperaba que lo fuera a conseguir. Pero lo hizo. La forma de narrar que tiene es increíble. De verdad te piensas que es un niño el que te está contando la historia.

Aunque es bastante previsible lo que le ha pasado a la familia -y de hecho lo leí en varias reseñas como resumen- me parece que es mejor que lo descubráis vosotros mientras lo leéis así que solo comentaré que es previsible pero impactante.
Jamie me pareció adorable. Tanto él como la amiga que hace en el colegio... son demasiado cuquis y encima te lo cuenta él, con su dulzura y carisma. Había veces que me moría de amor.
Pero, por otro lado, es una historia muy dura y se puede hacer difícil de leer pues la familia está metida en un bache doloroso del que no pueden salir y nuestro protagonista no lo entiende muy bien pues es demasiado pequeño para recordar lo que pasó.
También su hermana, que a mí parecer es la que más sufre teniendo en cuenta su situación. Será algo con lo que tendrá que vivir cada vez que sus padres la vean. Es un recuerdo constante, incluso para ella misma.
No sé cómo hace esta autora para narrar historias tan llenas de sentimientos y que los haga tan bien que llegues tú a sentirlos. Te remueve por dentro. Así que sí, debéis leerlo pero también debéis ir un poco preparados.