No es el primer libro de Paula Gallego que leía, y es que hace ya unos añitos pude leer otra de sus historias, Un día de invierno, una historia conmovedora e impactante, sobre la guerra y sus consecuencias.
Desde entonces, ha publicado muchos más libros, y no voy a mentir, con las maravillas que siempre oigo sobre sus novelas, tenía muchas ganas de volver a leer algo suyo, y ¡al fin llegó una oportunidad con La tinta que nos une!, de la que solo había oído opiniones positivas.
1950. París. Hasret acaba de llegar de Turquía buscando un futuro mejor para ella y su bebé, y encuentra la forma de contar su historia a través del periódico Le Liberé, que se dedica a dar voz a mujeres que han tenido que enfrentarse al mundo. Gracias a ella, por el cariño que le tienen, se unirán las vidas que no podrían ser más opuestas: Kael, quien trabaja en un centro de menores, y Anik, la joven que redacta la historia de Hasret. Cuando le arrebaten a esta lo que más quiere, ambos se embarcarán en un peligroso viaje que les llevará hasta Ankara para recuperarlo, y en esta aventura aprenderán a perdonar, a liberarse de prejuicios y a abrir sus corazones.
No puedo negar que La tinta que nos une ha sido una historia muy diferente de lo que esperaba, y de lo que he estado leyendo últimamente, pero creo que precisamente eso me ha venido fenomenal, y ha hecho que esta novela me impactara tanto: se trata de una historia difícil, dura y dolorosa, que nos presenta la posguerra, el duelo, la pérdida, el perdón, y las dificultades de las mujeres en un mundo de hombres, en concreto las que ha tenido que sufrir Hasret a lo largo de toda su vida. Asimismo, nos encontramos con los prejuicios hacia aquellos que no lo han tenido tan fácil, como los niños del centro de menores en el que trabaja Kael, y lo que él mismo piensa acerca de Anik, por haber nacido en una buena familia y no haber pasado las mismas dificultades que él.
Reivindicativa y emocionante, con el viaje en el que se embarcan la extraña pareja que forman Kael y Anik, una aventura muy peligrosa que los lleva a cruzarse con gente de lo más dispar, y un trayecto que también vivimos, a la vez que ellos van abriéndose al otro y al lector, creciendo y desarrollándose como personajes.
Por poner alguna queja, diré que me ha costado un poco más creerme el romance, por la actitud que tienen los personajes durante gran parte de la historia, o tal vez porque desde el primer momento estaba muy claro cómo iba a desarrollarse todo su romance. Aun así, tengo que admitir que ha habido momentos muy tiernos y emotivos.
En definitiva, La tinta que nos une ha sido conmovedora, dura, dolorosa y muy bonita, muy distinta de las que se están publicando últimamente, y de esas que te hacen reflexionar y te remueven por dentro.
Hola! No conocía el libro pero lo cierto es que tiene pinta de ser muy interesante y me encanta la ambientación así que me lo anoto. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!