Reseña: Buscando a Audrey — Sophie Kinsella

BUSCANDO A AUDREY

(Autoconclusivo)

Editorial: Puck

SOPHIE KINSELLA

¿Habéis visto qué libro más veraniego? Lo siento, pero es lo primero que pensé cuando vi esta novedad.

Mentiría si dijera que no había visto ya este libro andando por la comunidad de Booktube en inglés, efectivamente, fue uno de los motivos de más peso para lanzarme a por él.

Pero la portada, la edición en general, me atrapó desde el primer momento. Lo leí en abril, pero me lo ventilé en tan solo una mañana. En cuanto lo cogí sentí que estaba en uno de los días de verano en los que no tengo otra cosa que hacer que no sea leer o tomar algo fresquito. #quenoquedanadayaparaeso

Buscando a Audrey nos cuenta una historia bastante diferente de lo que estamos viendo en las librerías. Audrey lleva semanas sin salir de su casa, oculta tras unas gafas de sol para no mirar a nadie a los ojos. Algo le ha pasado en su instituto, pero prefiere no pensar en ello y contemplar el caos que sucede en su casa. 

Tengo que decir que no era para nada lo que yo me esperaba encontrar en esta historia, pero que ha sido una gran sorpresa.

Para empezar, destacar la pluma de la autora. Es tan... fresca, los capítulos se me pasaban volando. Es muy simple pero al mismo tiempo está cuidada para que tenga un toque juvenil y desenfadado sin que suene todo muy falso o egocéntrico. Esto ha sido uno de los mejores puntos del libro, porque ha conseguido tanto agilizar la lectura como engancharme a ella.

Respecto a los personajes me ha sucedido algo curioso también, porque he conectado con todos los secundarios menos con la protagonista y su interés amoroso. Toda la familia ha sido un amor, y me resultaban realistas. Desde la madre obsesionada con proteger a sus hijos, hasta el hermano pequeño que se pasa la vida intentando hacer comprender a quien le escuche que su juego online le ayuda más que le perjudica. Incluso el niño pequeño ha sido adorable. Sin embargo, tanto nos describía de los demás, que se quedó corta hablando de ella.

Ha sido una historia diferente, porque la protagonista viene con un problema que le impide hacer una vida normal y nosotros vemos el proceso de terapia que sufre para, poco a poco, ir saliendo de su zona de confort. Personalmente me ha gustado pero al mismo tiempo todo ha sido demasiado rápido. Tampoco tengo nada con qué compararlo, pero no creo que gente con ansiedad se cure en un par de semanas porque un chico guapo los invite a tomar un café o los rete a preguntar si en esa cafetería tienen wifi. Esto es lo único que me ha fallado de la novela, que ha agilizado tanto todo para que sea un libro cortito, ensalada para el verano, que no ha terminado de desarrollar bien el proceso de rehabilitación. Al menos en mi opinión, también influye que yo me lo leí en unas pocas horas con lo que se hizo todavía más corto.

En general, es una novela que sí he disfrutado mucho, la originalidad y lo divertida que es lo compensa. Aunque me gustaría que si va a tratar en otros libros estos temas los desarrollara como se merecen. Espero darle pronto una oportunidad a más obras de Sophie Kinsella.

En colaboración con Puck♥