
MAYBE SOMEDAY
Colleen Hoover
Editorial: Atria Paperback
Páginas: 370
Autoconclusivo
No en español :(
No sé si lo conoceréis, pero a quien sí deberíais conocer es a la escritora: Colleen Hoover. Ya os conté lo maravillosa que era cuando os hablé de Hopeless, el único libro suyo que han traído a España, y es que todos los que he conseguido leer de ella me han parecido preciosos -menos Ugly love, no sé qué me ha pasado con ese libro...-, pero si hay alguno que se lleve la palma es este, y de hecho ya apareció en TOP X LECTURAS FANTABULOSAS 2014. Y mira que en un principio simplemente lo leí porque era de ella y la portada me encantaba, pero es que... guau. Así que como me lo regaló Nacho♥ por su cumple -sí, me lo regaló por SU cumple- me dije a mí misma que os tenía que traer la reseña; este, señoras y señores, es un Libro-Lucía.
La vida de Sydney es lo que podríamos definir como perfecta: vive con su mejor amiga, tiene un novio encantador y está en la universidad. Claro que se da cuenta de que en realidad no es tan perfecta cuando se entera de que su novio y su amiga Tori se la están pegando. Menos mal que ha entablado una especie de amistad con Ridge, el vecino de enfrente al que ve tocar la guitarra a menudo desde el balcón, a través de mensajes de texto y cuando se ve en la calle, él le ofrece compartir su piso con él y Warren, un amigo. Desde ese momento Sydney y Ridge sentirán que la magia que había entre ellos no hace más que aumentar...
Que sí, que es muy, muy previsible pero es que... jo, me encanta. Me encanta mucho. Es de esos libros que te estruja el corazón a cada paso que das, porque ¡no pueden estar juntos pero tienen que estarlo! ¡Son perfectos el uno para el otro, por favor! Menos mal que me recuerdan que tengo que respirar porque si no...
Tanto Sydney como Ridge pecan un poco de perfectos, y es que parece que ninguno de los dos tiene ningún defecto; ese es tal vez el gran fallo de la novela. Pero vamos, que a mí no me molesta. Y acerca de Ridge... hay algo muy importante que tiene que ver con él pero de lo que no os puedo hablar porque es algo que no me esperaba para nada. Y sí, me ha gustado verlo reflejado por fin en un libro.
Me está costando un poco hablar de este libro porque yo lo definiría con una imagen mía riendo, llorando, saltando y deprimiéndome. Todo a la vez, si eso fuere de algún modo posible; así que si veis que me da la neura y os repito muchas veces que tenéis que leerlo si os gustan las historias de amor... no os asustéis. Pero es que tenéis que leerlo.
Lo malo de que me encante tanto un libro es que me cuesta muchísimo encontrar cosas que decir de él, lo veo todo demasiado color de rosa y sé que llega un momento en el que dejo de ser coherente, pero ¡ay! No puedo actuar de otra manera.
A pesar de que ya dijo que es previsible, ha sabido engancharme desde el principio y no me ha dejado parar de leer hasta que lo he terminado, y eso que leer mientras te caen lagrimones es algo difícil. Porque sí, es de esas historias que te emocionan y te hacen llorar... de las que me gustan, vamos; de las que te pegan patadas en el corazón una y otra vez.
En resumen, me ha parecido una historia de amor preciosísima, y encima que apareciese mezclada con la música que se encargan de crear entre los dos me ha parecido muy, muy tierno. Espero que si sois tan como yo, le deis una oportunidad.
La vida de Sydney es lo que podríamos definir como perfecta: vive con su mejor amiga, tiene un novio encantador y está en la universidad. Claro que se da cuenta de que en realidad no es tan perfecta cuando se entera de que su novio y su amiga Tori se la están pegando. Menos mal que ha entablado una especie de amistad con Ridge, el vecino de enfrente al que ve tocar la guitarra a menudo desde el balcón, a través de mensajes de texto y cuando se ve en la calle, él le ofrece compartir su piso con él y Warren, un amigo. Desde ese momento Sydney y Ridge sentirán que la magia que había entre ellos no hace más que aumentar...
Que sí, que es muy, muy previsible pero es que... jo, me encanta. Me encanta mucho. Es de esos libros que te estruja el corazón a cada paso que das, porque ¡no pueden estar juntos pero tienen que estarlo! ¡Son perfectos el uno para el otro, por favor! Menos mal que me recuerdan que tengo que respirar porque si no...
Tanto Sydney como Ridge pecan un poco de perfectos, y es que parece que ninguno de los dos tiene ningún defecto; ese es tal vez el gran fallo de la novela. Pero vamos, que a mí no me molesta. Y acerca de Ridge... hay algo muy importante que tiene que ver con él pero de lo que no os puedo hablar porque es algo que no me esperaba para nada. Y sí, me ha gustado verlo reflejado por fin en un libro.
Me está costando un poco hablar de este libro porque yo lo definiría con una imagen mía riendo, llorando, saltando y deprimiéndome. Todo a la vez, si eso fuere de algún modo posible; así que si veis que me da la neura y os repito muchas veces que tenéis que leerlo si os gustan las historias de amor... no os asustéis. Pero es que tenéis que leerlo.
Lo malo de que me encante tanto un libro es que me cuesta muchísimo encontrar cosas que decir de él, lo veo todo demasiado color de rosa y sé que llega un momento en el que dejo de ser coherente, pero ¡ay! No puedo actuar de otra manera.
A pesar de que ya dijo que es previsible, ha sabido engancharme desde el principio y no me ha dejado parar de leer hasta que lo he terminado, y eso que leer mientras te caen lagrimones es algo difícil. Porque sí, es de esas historias que te emocionan y te hacen llorar... de las que me gustan, vamos; de las que te pegan patadas en el corazón una y otra vez.
En resumen, me ha parecido una historia de amor preciosísima, y encima que apareciese mezclada con la música que se encargan de crear entre los dos me ha parecido muy, muy tierno. Espero que si sois tan como yo, le deis una oportunidad.