Dark Olympus #4
Traducción: Ana Robla Vicario
Cubierta: Dawn Adams
AVISO: SPOILERS DEL ANTERIOR
Seguimos con los retellings de mitos griegos, después de que se pusiera tan de moda la relación Hades-Perséfone, gracias a historias como la primera de esta saga, Dioses de neón, y tras la historia de Aquiles, Patroclo y Helena, nos encontramos con otros personajes que seguro que os suenan: Apolo y Casandra.
Por cierto, al igual que los anteriores, cada volumen cuenta con protagonistas diferentes, pero es siempre mejor leerlos en el orden de publicación. Así, después de lo mucho que me había enganchado esta saga, con su originalidad, brutalidad y erotismo, no tardé apenas en hincarle el diente a esta continuación en la que encontramos una lucha por el poder llena de secretos, mentiras y traiciones:
Confiar en uno de los Trece, quienes controlan Olimpo, es peligroso y Casandra lo sabe desde que su familia cayó en desgracia, por eso, su único deseo es huir de la ciudad junto con su hermana. Así, lleva años trabajando para Apolo, uno de los hombres más influyentes de Olimpo y el mayor espía de la ciudad, y cuando le propone a Casandra infiltrarse en una exclusiva fiesta que durará varios días, haciéndose pasar por su nueva amante, ella acepta a cambio del billete de salida de Olimpo. Entre las paredes de la fiesta, se esconden los más oscuros secretos, y mientras Casandra y Apolo intentan resistirse la una al otro, se enfrentarán a una nueva amenaza que se cierne sobre la ciudad.
Mmm... pues en la línea de los demás, la verdad, aunque puede que, a pesar de lo adictivo que ha resultado, como siempre, se me haya hecho un poquito más flojo al carecer del típico tira y afloja que caracterizaba los romances de los anteriores volúmenes: en esta ocasión, los protagonistas ya venían enamorados de casa, así que aunque sí contaba con la típica tensión sexual, el desarrollo de los sentimientos amorosos no ha sido algo particularmente relevante. Con lo que me gusta, me cachis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario