DESEAR A UN DUQUE
LENORA BELL
Espasa
Páginas: 395
Los duques deshonrosos #2
Traducción: Traducciones Imposibles
Cubierta: Planeta Arte & Diseño
¡Más romance histórico! Es un no parar, la verdad, desde que comencé con los Bridgerton es que leo todo lo que se me cruza por delante, y lo disfruto como una enana.
En esta ocasión, Desear a un duque forma parte de la misma serie que Conquistar a un duque, un libro que me encantó, que me pareció la mar de emocionante y adictivo, de ahí que me muriera de ganas de leer algo más de la autora.
Bien, ¿y de qué va?
Tras cuatro temporadas fallidas, lady Dorothea ha tenido suficiente de las intrigas de su familia, y no piensa seguir persiguiendo a un marido que esté a la altura de lo que quiere su madre. En su lugar, espera retirarse a la finca irlandesa de su tía, y disfrutar de una vida tranquila y libre... hasta que un aristócrata arrogante arruina sus planes: Dalton, el duque de Osborne, siempre ha buscado venganza, y solo la encontrará si da con el hombre que destruyó a su familia; cuando esa búsqueda lo lleva a Irlanda, lo último que necesitaba era tener que cargar con la inocente Dorothea, que apareció en plena noche para pedir ayuda.
Qué pena, de verdad. Con lo muchísimo que disfruté del primero y las ganas que tenía de este otro, no ha sido para nada lo que esperaba. De primeras, me encantó saber que me encontraba con la historia de lady Dorothea, hermanastra de la anterior protagonista, y quien había tenido un papel fundamental en el desenlace de la novela; además, su personalidad y sus deseos de libertad me parecían de lo más prometedores.
Por otro lado, por supuesto, el duque de Osborne tenía que estar sí o sí para presentarnos un tórrido romance, y encima con su propia historia dramática y en búsqueda de venganza... ¡si es que lo tenía todo para haberme encantado! Pero ni los personajes me han conquistado ni su romance, que me ha parecido de lo más poco creíble y soso.
¿Ha estado tan mal? Bueno, pues no, ha sido una historia entretenida y la he leído bien, pero no me ha transmitido toda la emoción y los nervios y el fangirleo que esperaba, cuando se trata de un romance de este estilo, y es precisamente ese el objetivo de este tipo de novelas.
En conclusión, Desear a un duque no ha sido tan genial como esperaba, ni como lo fue su predecesor, Conquistar a un duque.
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