Reseña: Kiss and cry — Andrea Tomé

KISS AND CRY

ANDREA TOMÉ

La Galera

Páginas: 665

Autoconclusivo

¿He dicho ya que me encanta el patinaje sobre hielo y que pienso consumir todo el contenido que pueda al respecto? Pues sí. Tan solo un segundo, Hielo y Plata, y ahora Kiss & cry, gracias, autoras españolas, por darme las historias que necesito. 

Ahora bien, reconozco que aunque me encantan los libros de Andrea, siempre me hace sufrir mucho, por lo que... tenía miedo. Tenía mucho miedo a la hora de leer esta novela, aunque por supuesto eso no me impidió lanzarme de cabeza a por ella (y menudo tochaco, señoras y señores). 

Veronica Leckie y Brooks Marten son unos grandes deportistas, y está claro que tienen un gran futuro en el mundo del patinaje sobre hielo... pero son conocidos como las ovejas negras de ese deporte por su franqueza y rebeldía. Por su parte, Micah es lo opuesto a su hermana Veronica, siempre fue el gran favorito, hasta que tuvo que retirarse debido a la fibrosis quística, pero su historia con este deporte no ha terminado, ya que hará todo lo posible por ayudar a su hermana y a Brooks a llegar a los Juegos Olímpicos. La suerte los sonreirá cuando el famoso expatinador Nikita Ogorodnikov se convierta en el entrenador de Veronica y Brooks para la temporada olímpica, lo que los llevará a ocupar el foco de todas las miradas, y a descubrir que el camino hacia el éxito será mucho más difícil e injusto de lo que esperaban. 

Ostris, menuda lectura, si es que ha sido una montaña rusa de emociones, y a pesar de ser bien gordote, no he podido parar hasta terminarlo, así que... era una tortura cada vez que debía hacer pausas, y dejar aparcados esta historia y a sus personajes, a los que he cogido un cariño enorme y a los que ojalá me encontrara en algún otro libro *cof cof*

Ya lo he dicho: me encanta la temática del patinaje sobre hielo, aunque no soy capaz de patinar así que doy gracias a todas las explicaciones que aparecen al respecto en la novela, que resultan de lo más interesantes y para nada aburridas o tediosas, y he disfrutado mucho de los entrenamientos, de las competiciones... todo ha resultado la mar de adictivo y emocionante. Además, se tratan temas que te encogen el corazón, como la competitividad, los trastornos alimenticios, lesiones o la inseguridad.

A todo esto, no he hablado aún de ellos, pero es que los personajes son una auténtica maravilla, tanto los protagonistas como los secundarios, y todos con su propia personalidad y su papel indispensable en la trama. Sin embargo, todos palidecen en comparación con Micah, el hermano de Veronica, y que llena la novela con su actitud irreverente a la par que adorable, aun siendo también el que más me ha hecho sufrir, pues el tema de su salud y la fibrosis quística también es muy principal en la historia (y he de decir que he aprendido bastante al respecto).

Lo dicho: una montaña rusa, con momentos divertidos, tristes, emocionantes y dramáticos, en los que nos metemos por completo en la piel de los personajes, así ¿cómo no recomendar la lectura de esta maravilla? Ojalá no haber leído aún Kiss and cry para poder leerlo una vez más como si fuera la primera. 

4.5