LOS SALTADORES DE LIBROS
MECHTHILD GLÄSER

Libros de seda
Páginas: 350
Autoconclusivo
Bua. Llevaba muchísimo tiempo queriendo leer este libro, básicamente porque la portada me dejó cautivada -no, no es la portada de la edición española-, y me alegré *tanto* cuando la editorial anunció que lo publicaría aquí...
Además, la sinopsis describía uno de mis mayores sueños desde pequeña, y también me recordaba un tanto a Corazón de tinta, una novela que fue de mis favoritas en su día, y que sigo recordando con mucho cariños a pesar de que hayan pasado tantos años.
Buscando huir de sus problemas, Amy y su madre abandonan su casa y viajan a la isla de Stormsay, a la casa familiar para pasar allí el verano. Sin embargo, su abuela, lady Mairead, es un tanto peculiar, e insiste en que, para quedarse allí, tiene que seguir el legado familiar y no dejar de leer, revelando así el gran secreto: su familia tiene la capacidad de entrar en los libros e interactuar con sus historias. Aunque no todo será un camino de rosas: alguien está robando las ideas principales de los grandes clásicos, destrozando la vida de todos esos personajes, y solo ella puede llegar hasta el fondo del asunto y evitar que todos desaparezcan.
Como digo, lo empecé con mucha ilusión: la idea me parecía magnífica, ¿qué lector no ha soñado con poder saltar dentro de un libro e interactuar con sus personajes favoritos? Y lo cierto es que era de lectura ágil, se leía muy rápido. ¿El problema? Le faltaba chicha por todas partes: desarrollo, profundidad, personalidad a los personajes, y la propia trama se quedaba un tanto pobre, a pesar de que se le intenta meter esa parte de misterio.
Aunque no voy a negar que resulta entretenida, pues sigo manteniendo que la idea en la que se basa me parece fascinante, me pasé toda la novela esperando que ocurriese algo que me hiciese flipar, y ni siquiera ocurrió en el momento en el que se desvela quién se esconde tras los "robos". No pude empatizar con los personajes: la propia protagonista comenta al principio que ha tenido problemas y no se vuelven a mencionar, no se ahonda en ellos, ni tampoco en la relación con su madre, a la que tan unida está, ni con su abuela, a la que no conoce, y a la que no se molesta por conocer ni siquiera al vivir en su casa. Así que mejor ni os cuento lo falso que me ha parecido el romance.
Una pena, de verdad. Porque podría haber dado tantísimo de sí, pero es que me ha parecido más el borrador, un esqueleto de la pedazo de novela que podría haber sido más que una novela en sí misma.
En definitiva, Los saltadores de libros me ha decepcionado: con la premisa de la que parte y todo lo que tenía a su alcance, podría haber sido una historia alucinante, y aunque ha sido entretenida y de lectura ágil, se me ha hecho plana y poco aprovechada.