Reseña: La tienda de hechizos — Sarah Beth Durst

LA TIENDA DE HECHIZOS

SARAH BETH DURST

Umbriel
Páginas: 416

Autoconclusivo

Traducción: Raúl Rubiales Muñoz

Cubierta: 

¡Hola, hola!

Ay, la ilusión que tenía por leer este libro. Ya solo la portada me transmitía unas vibras la mar de monas, muy a lo Animal Crossing, y me encantan este tipo de historias agradables, cozys, tranquilitas, así que es de esos que se saltó la pila de pendientes de cabeza, y no me arrepiento para nada de haberlo hecho.  

¿Qué encontramos en La tienda de hechizos?

Kiela, bibliotecaria, se ha pasado los últimos diez años recluida entre libros de hechizos, pero cuando estalla una revolución e incendian la biblioteca, huye acompañada de su ayudante Caz, una planta mágica, y con todos los libros de hechizos que son capaces de cargar, con destino a su hogar de infancia, una isla remota. Allí, se encuentra con un atractivo e insistente vecino que no capta las indirectas y que está empeñado en ayudarla con lo que sea. Por su parte, Kiela, desesperada por sobrevivir, descubre lo que puede ofrecer; mermelada, gracias a un antiguo recetario familiar, y a un poco de magia. Además, viendo lo necesitada que está la isla, Kiela decide correr el riesgo que puede suponer el uso de hechizos y hacer lo imposible por ayudar a sus convecinos. 

Qué bonito y agradable, por favor, este libro es como un bollito de crema. Y eso que con ese inicio pensé que iba a resultar más dramático, pero aunque hay algún que otro nubarrón durante la historia es, sobre todo, tierno y bonitísimo.