ESCARCHA COMO NOCHE
SARA RAASCH
Del Nuevo Extremo
Páginas: 464
Nieve como cenizas #3
AVISO: SPOILERS DE LOS ANTERIORES
¡Por fin! Por cierto, ¿no os parecen super atractivas estas portadas? Puede que sea porque los colores son así de brillantes -aunque en realidad en la imagen no se aprecia-, pero el caso es que me encantan.
Recapitulando, Nieve como cenizas fue un libro que me cautivó de principio a fin, presentándome un mundo y una protagonista que me emocionaron y me dijeron que esta historia estaba hecha para mí; el caso es que, por su parte, Hielo como fuego, la segunda parte, no llegó a estar a la altura, y no voy a mentir: esperaba un poquito más. Por eso, ahora, con la tercera y última parte, no sabía muy bien qué esperar.
Angra cada vez está más cerca de hacerse con el poder de todo, del mundo entero, y someter a cada habitante de cada reino a sus deseos más oscuros: nadie está a salvo de él ni de la decadencia, que cada vez se expande más. Pero Meira está decidida a no dejar que el mal gane, aunque sabe que si quiere tener alguna oportunidad, tendrá que aprender a controlar sus poderes, que le permitirán entrar en un antiguo laberinto donde encontrará aquello que busca, aunque para ello tenga que hacer el mayor de los sacrificios.
Ay. Cada vez que leo un libro que termina una trilogía, una saga, siento una emoción distinta, una especie de miedo por que no cumpla las expectativas, un no querer terminar con esa historia que tanto me ha hecho sentir. Y en esta ocasión no ha sido distinto.
Escarcha como noche empieza bien fuerte, en medio de la acción en que nos había dejado Hielo como fuego, metiéndonos de lleno en el dolor, en el miedo que sienten los personajes de nuestra historia, Meira, Mather, Ceridwen... y un panorama desolador, que no augura nada bueno, y que nos avanza un final que sabemos que nos va a romper el corazón. Y aquí, en esta tercera parte, el ritmo se acelera, y recupera todo lo que no nos había contado en la segunda parte.
Hay acción, intrigas, alianzas, y sobre todo, una gran evolución en los personajes, que por fin tendrán que enfrentarse a sus mayores miedos, aceptar sus sentimientos y, en más de una ocasión, actuar en consecuencia, lo que, os aviso, romperá más de un corazón, tanto de otros personajes como los nuestros propios: hay cosas para las que no estamos preparados.
Y sí, en esta ocasión tengo que admitir que me ha gustado mucho el rumbo que ha tomado, la trayectoria de la trama, cómo se va cerrando cada parte de la historia, qué pasa con tal o cual personaje, y cómo se "resuelven" ciertos detalles, me ha parecido todo muy coherente, aunque también me ha sorprendido en más de una ocasión, ya fuera para bien o para mal. Y no voy a negar que ese final me ha dejado un sabor agridulce, aunque no habría querido que fuese de otra forma.
En resumen, ha sido un cierre de trilogía que ha sabido estar a la altura, incluso mejorar la historia cuando pensé que sería muy difícil; es doloroso, sí, está lleno de acción y de sentimiento, y una vez terminado todo, puedo deciros totalmente convencida que es una trilogía a la que debéis darle una oportunidad.
Recapitulando, Nieve como cenizas fue un libro que me cautivó de principio a fin, presentándome un mundo y una protagonista que me emocionaron y me dijeron que esta historia estaba hecha para mí; el caso es que, por su parte, Hielo como fuego, la segunda parte, no llegó a estar a la altura, y no voy a mentir: esperaba un poquito más. Por eso, ahora, con la tercera y última parte, no sabía muy bien qué esperar.
Angra cada vez está más cerca de hacerse con el poder de todo, del mundo entero, y someter a cada habitante de cada reino a sus deseos más oscuros: nadie está a salvo de él ni de la decadencia, que cada vez se expande más. Pero Meira está decidida a no dejar que el mal gane, aunque sabe que si quiere tener alguna oportunidad, tendrá que aprender a controlar sus poderes, que le permitirán entrar en un antiguo laberinto donde encontrará aquello que busca, aunque para ello tenga que hacer el mayor de los sacrificios.
Ay. Cada vez que leo un libro que termina una trilogía, una saga, siento una emoción distinta, una especie de miedo por que no cumpla las expectativas, un no querer terminar con esa historia que tanto me ha hecho sentir. Y en esta ocasión no ha sido distinto.
Escarcha como noche empieza bien fuerte, en medio de la acción en que nos había dejado Hielo como fuego, metiéndonos de lleno en el dolor, en el miedo que sienten los personajes de nuestra historia, Meira, Mather, Ceridwen... y un panorama desolador, que no augura nada bueno, y que nos avanza un final que sabemos que nos va a romper el corazón. Y aquí, en esta tercera parte, el ritmo se acelera, y recupera todo lo que no nos había contado en la segunda parte.
Hay acción, intrigas, alianzas, y sobre todo, una gran evolución en los personajes, que por fin tendrán que enfrentarse a sus mayores miedos, aceptar sus sentimientos y, en más de una ocasión, actuar en consecuencia, lo que, os aviso, romperá más de un corazón, tanto de otros personajes como los nuestros propios: hay cosas para las que no estamos preparados.
Y sí, en esta ocasión tengo que admitir que me ha gustado mucho el rumbo que ha tomado, la trayectoria de la trama, cómo se va cerrando cada parte de la historia, qué pasa con tal o cual personaje, y cómo se "resuelven" ciertos detalles, me ha parecido todo muy coherente, aunque también me ha sorprendido en más de una ocasión, ya fuera para bien o para mal. Y no voy a negar que ese final me ha dejado un sabor agridulce, aunque no habría querido que fuese de otra forma.
En resumen, ha sido un cierre de trilogía que ha sabido estar a la altura, incluso mejorar la historia cuando pensé que sería muy difícil; es doloroso, sí, está lleno de acción y de sentimiento, y una vez terminado todo, puedo deciros totalmente convencida que es una trilogía a la que debéis darle una oportunidad.