Reseña: Hielo y plata — Alena Pons

HIELO Y PLATA

ALENA PONS

Nocturna Ediciones

Páginas: 617

Autoconclusivo

No sé si vivisteis o recordáis la época de Yuri on ice, uno de los mejores animes de todos los tiempos, y que, encima, iba acerca de patinaje sobre hielo. Una fantasía. El caso es que eso me empujó a sufrir un fangirleo profundo por este deporte, luego llegó el libro de Tan solo un segundo y fue demasiado de lo bonito. Después... nada, ni más libros al respecto, ni más Yuri on ice. 

Hasta que llegó esta pedazo de belleza: Hielo y plata, a satisfacer mi necesidad de patinaje sobre hielo, y a llenarme el corazón. 

Mariya Villamarín lleva viviendo a la sombra de su hermana toda su vida: ella es la que queda primera en todos los podios, el ojito derecho de su madre, y la mejor en todo... Cansada de la situación, de pasar inadvertida, Mariya decide hacer a un lado sus miedos, y darle una oportunidad a entrenar por su cuenta, en otro país, donde compartirá pista con las estrellas del patinaje sobre hielo, y donde descubrirá que no está tan sola como pensaba. Tendrá que decidir si merece la pena sacrificarlo todo por el hielo, y enfrentarse a todos los obstáculos que se le pondrán por delante. 

¿Hola? En el título aparecerá la palabra plata, pero ya os digo desde aquí que esta novela es oro puro: la comencé en un momento en el que no estaba demasiado animada, y ¡wow! Fue comenzarla, y ya no poder parar de leer, porque me vi atrapadísima por completo por la preciosa historia de Mariya. 

La tristeza de Mariya, las ganas de que se reconozca su valía, sus problemas con su familia, su esfuerzo por salir adelante y demostrar de lo que es capaz, sus ganas, su pasión, es que ha sido una historia que me ha emocionado tantísimo que solo puedo dar gracias por tanto. Si a eso, encima, le sumamos la trama de las competiciones deportivas, del patinaje sobre hielo, y a todos los demás personajes que se cruzan en la vida de Mariya: Pablo, Julia, su hermana Nastya... no puedo ponerle ni un pero a esta novela: apreciamos una clara evolución en todos ellos, los diálogos son mágicos, y todo trabaja unido para traernos una historia preciosa. 

Además, no solo la trama, los personajes... son estupendos, sino que la edición, encima, no se queda atrás: con un montón de detalles, y, tras cada capítulo, con conversaciones de WhatsApp, pantallas de blogs de patinaje... ¡de todo! Es que es una maravilla, y todo esto logra darle un aire aún más verosímil a la historia. 

¿Qué puedo decir? Ha sido un libro que me ha enganchado como hace tiempo que ninguno lo hacía, me ha enamorado desde la primera página, y he vivido esta historia con una emoción impresionante. Tengo que recomendarlo, desde luego, una y mil veces, y espero que os deje el corazón tan calentito como a mí. Me muero por volver a leer a Alena.