Reseña: Tejer el alba — Elizabeth Lim

TEJER EL ALBA

ELIZABETH LIM

RBA

Páginas: 458

La sangre de las estrellas #1

Traducción: Efrén del Valle Peñamil

Bua, llevaba tantísimo tiempo deseando leer este libro... Y no solamente porque la portada me parezca una auténtica maravilla, que podría ser, sino porque ¡se trata de un retelling de Mulán! Es verdad que en muchas ocasiones nos intentan vender libros como retellings que luego no son tal, pero esta vez... ¡sí!

Además, contaba con una muy buena puntuación, todo lo que había escuchado eran buenas críticas... no era un gran riesgo darle una oportunidad, y he de admitir que me salté la pila de pendientes, porque ¡lo merecía!

Maia trabaja en el taller de su padre, y sueña con convertirse en la mejor costurera de su tierra, algo difícil de alcanzar, teniendo en cuenta que las mujeres no pueden convertirse en maestros. Sin embargo, un día, llaman a su padre a la corte, un viaje al que no sobreviviría debido a su enfermedad, por lo que Maia decide hacerse pasar por su hijo y ocupar así su lugar en la competición por convertirse en sastre imperial, donde se disputará el puesto con doce sastres, a riesgo de ser descubierta y ejecutada; afortunadamente, contará con la ayuda de un legado familiar y de un inesperado aliado...

Bueno, bueno, escribo esto nada más terminar la lectura de esta maravilla porque estoy con el hype por las nubes y quiero transmitiros lo muchísimo que me ha alucinado. Si bien era una novela que pretendía leer con la calma, pues suelo estar con varias lecturas a la vez, mi idea se fue a paseo cuando leí el primer capítulo y me quedé completamente prendada: ¿Mulán + maestros de la costura + magia? Por favor, lo quiero todo envuelto para regalo.

Es verdad que, en un primer momento, aunque me estaba gustando, sentía que se podría haber profundizado más en los personajes y darle una dimensión más tocha (intensa, emocionante, cruda) a toda la historia, porque se queda un poco ligerita, pero es que la estaba disfrutando tantísimo que tampoco me importó mucho más. Tenemos, además, tres partes diferenciadas en el libro La Prueba, El Viaje y El Juramento; en ellas nos vamos a encontrar con el drama de Maia por tener que cuidar de su familia, las consecuencias de la guerra, la competición de costura, la magia, el reto de los tres vestidos legendarios, el viaje por todo el país, y el romance, porque por supuesto que lo hay: Edan es tan divertido y misterioso y genial que seguro que os encanta tanto como a mí.

La ambientación (gracias, mapa bonito) me ha flipado, tanto en los decorados como en el worldbuilding, que conocemos mucho mejor durante el viaje; pero es que también la magia, del hechicero, de los fantasmas, de los demonios, de los dioses y de las tijeras, ha sabido darle un toque especial a la historia, incluso si en un primer momento no me pegaba demasiado. Y, por supuesto, la acción y el drama, que están también en su justa medida.

¿Y el desenlace? La última parte, El Juramento, es la más corta, pero también, seguramente, la más intensa, emocionante y dolorosa, tanto para Maia, por las decisiones que debe tomar, como para nosotros como lectores. Y, personalmente, me ha dejado con una necesidad imperiosa de leer la continuación.

En definitiva, Tejer el alba ha sido todo un descubrimiento: un retelling de Mulán lleno de fantasía, aventura, peligro y magia, que me ha atrapado desde el minuto uno y me ha fascinado por las imágenes tan bonitas que creaba y por su historia tan sorprendente y bien construida.

4.5