Reseña: Damisela — Elana K. Arnold

DAMISELA

ELANA K. ARNOLD

Gran Travesía
Páginas: 307
Autoconclusivo

Vale, sintiéndolo mucho, tengo que decir que, en esta ocasión, no me gusta demasiado la portada para esta novela -con lo bonita que es la original- y, si hubiese sido solo por ella, no me habría animado a leerlo; pero es que... la sinopsis, ¡OMG!

Bueno, y no solo la sinopsis, es que además esta novela recibió la mención honorífica del Michael L. Printz Award, lo que le da aún más reconocimiento. 

Todo el mundo conoce la tradición: cuando el rey fallece, el príncipe heredero debe viajar hacia tierras inhóspitas, vencer al dragón y rescatar a la doncella, que será su reina. Así es la historia, y así debe ser. Pero cuando el príncipe Emory rescata a "su" damisela, ella no sabe nada acerca de ello, ni siquiera recuerda nada sobre sí misma... nada aparte de lo que el príncipe le cuenta, el futuro que le espera a su lado. Sin embargo, pronto descubre que ese destino en palacio no es tan bonito como todo el mundo lo pintaba, que nadie parece saber o querer hablar acerca del misterio que encierran las leyendas, y que la guarida del dragón podía no ser tan peligrosa como ese castillo. 

No he ocultado nunca lo mucho que me flipan los retellings, lo alucinante que me parece reinterpretar un cuento clásico, adaptarlo a otro tiempo, a otras tradiciones, y hacerlo propio; bueno, pues en este caso lo que se reinterpreta, a lo que se le da una vuelta de tuerca en clave feminista, es al propio esquema del cuento, el tópico de la doncella, el caballero y el dragón. Ha sido flipante. 

A pesar de que al principio todo resulta un tanto confuso, eso no impide el hecho de que enganche rápidamente, y es que además de que se lee increíblemente rápido, el misterio acerca de todo lo que envuelve el rescate y a la damisela, es demasiado poderoso como para dejar de leer. Y no solo eso, pronto empieza todo a volverse más turbio, a dejar entrever detalles que te dejan ver la parte oscura de la historia y, poco después, las escenas duras, momentos crudos que pueden no ser para todo el mundo -de ahí que esté recomendado a partir de 16 años-. Pero son escenas necesarias para la historia, para transmitir lo que quiere mostrar, y que sirven para enseñar la evolución de la protagonista. 

Si tengo una queja es que, en ocasiones, me daba la sensación de que era más un borrador, a partir del cual se podría haber desarrollado mucho más la historia, los personajes, y todo el trasfondo, pues tenía potencial para haber creado algo muchísimo más grande, aun así, está claro que la autora ha preferido centrarse en transmitir una idea de forma clara sobre el empoderamiento femenino, la necesidad de libertad e independencia, y la importancia de la figura de la mujer. 

En definitiva, Damisela ha sido una vuelta de tuerca a los cuentos clásicos que me ha encogido el corazón, ha sido una lectura que me ha dejado con la boca abierta y que, a pesar de que me habría gustado que se desarrollara y trabajase más, tengo que recomendar por lo mucho que transmite y por la importancia de su mensaje.