Reseña: El mar de la tranquilidad

EL MAR DE LA TRANQUILIDAD

Katja Millay

Editorial: Plataforma Neo

Páginas: 456

Autoconclusivo

Vale. No sé ni por dónde empezar. Si nos seguís en Twitter tal vez ya sabréis qué me ha pasado con este libro, pero si no... Bueno, el caso es que a pesar de que la portada me parecía extremadamente preciosa, tampoco me llamaba tantísimo la atención, ¿sabéis? Y eso que estaba leyendo buenas críticas y tal, pero no tenía ninguna prisa por leerlo. Y de repente entré en esta crisis en la que no sabía qué leer porque nada me apetecía, y lo tenía perdido por ebook y decidí darle una oportunidad. Madre mía, qué montaña rusa de emociones. No me esperaba esto, pero alguien debería haberme avisado, para que pudiera al menos mentalizarme, o algo así. 

Nastya está decidida a acabar el instituto en un lugar donde nadie la conozca, donde nadie pueda saber quién era ella antes. Y también está decidida a que quien le arrebató todo lo que era, pague por ello, aunque tenga que ocuparse ella misma. Allí conocerá a Josh, quien, al contrario que ella, parece que no le queda ya nada para ocultar, pues todo el mundo está al tanto de lo desgraciada que es su vida: madre y hermana muertos, el padre también lo hace más tarde..., ahora lo único que quiere es que todos le dejen tranquilo. Pero parece que Nastya no se da por enterada y no hace más que perseguirlo. Y él quiere saber su historia pero... ¿cómo va a conocerla si ella no habla?

Sí, tengo que reconocer que al principio me perdía un poco y en comparación con el resto de la novela es un poco lento, no conseguía entender qué demonios le ocurría a Nastya para que no quisiera hablar con nadie. Con nadie digo, es que no abre la boca para nada. Y por si fuera poco, se viste como una pelandusca aunque está muy lejos de serlo. Además de que a veces dice unas cosas muy extrañas, como que murió y cosas de esas... pero al poco tiempo, aunque no tengas todas las piezas del puzzle, te vas haciendo una idea de lo que pudo haber sucedido y vas rellenando los vacíos por tu cuenta. Antes de que te des cuenta, ya estás metido en la historia de cabeza.

Y es que hasta muy avanzada la historia no descubriremos exactamente qué es lo que la ocurrió, pero lo prefiero de esta manera porque así podía imaginármelo yo, además, me encanta que mantenga la intriga tanto tiempo para engancharme así más. Y cuando ya lo sabes... pf, se te cae el mundo encima y entiendes todo. 

Los personajes, como podéis haber deducido, no son para nada típicos, y sí todo lo profundos como puedan llegar a ser, empezando por ella, que ya os digo que no habla porque no quiere comunicarse con los demás ni que nadie se acerque a ella, y él, otro tanto, pues todos a los que ha querido han acabado muriendo. Y todos sabemos desde el principio que se van a enamorar pero no por ello el amor surge de la nada. No. Es gradual y casi vas sintiendo cómo se enamoran y sientes que sobras. Es tan #LibroLucía que me da miedo no encontrar otro mejor. 

Y encima, por si fuera poco, tenemos a Drew, quien en un primer momento parece un tonto del culo pero no sé en qué momento se coló en mi corazón. 

A medida que iba avanzando -y no penséis que me llevó mucho rato porque lo terminé en un día- me iba entrando el miedo, porque estaba disfrutándolo como hacía mucho que no me pasaba con un libro y no quería que luego se estropease, así que cuando no me quedaban más que veinte páginas estaba cagada. Y entonces lo terminé. Y dios. Vi la luz. En serio. Necesitaba un final que me llenase el corazón y casi se me estalla. 

No me fiaba en un primer momento de que fuera a gustarme, porque cuando todo el mundo pone por las nubes un libro suelo ser yo la rara a la que no le gusta, pero de alguna manera ha conseguido agarrárseme al corazón de una manera que hacía tiempo que no sentía. Pero mucho mucho. Y no sabéis la de emociones que me ha producido. Todas. 

Este libro es increíble. Y de verdad que me duele haberlo leído ya porque no podré volver a leerlo por primera vez. 

Maravilloso, increíble, TODO.