ORQUÍDEAS DE SANGRE
Toby Neal
Editorial: Ediciones Kiwi
Páginas: 314
Lei Crime #1
Lo siento pero me parece una portada horrenda. Y eso que las orquídeas son flores que me encantan, pero... no sé, aquí me parece hasta desagradable, como si fuese un bicho malo o algo, y ya no hablemos del título, que me da grimilla. Pero el caso es que por alguna extraña razón este libro me llamaba mucho la atención, además hace poco había leído Tú te vas, tú te quedas, que se supone que es del mismo estilo y me había gustado mucho, así que bueno, me apetecía. Para que luego digáis que solo leo libros amorosos.
Durante una patrulla de reconocimiento, la policía Lei Texeira y su compañero han encontrado a dos adolescentes asesinadas, lo que hace a nuestra protagonista recordar sus propios problemas del pasado. A medida que avanza la investigación, ella irá obsesionándose cada vez más con el caso, y esa misma intensidad hará que llame la atención del asesino, que se interesará cada vez más en ella hasta el punto de llegar a acosarla. Tiene que encontrarlo ya, antes de que haya más víctimas. Pero no todo es malo para Lei, pues en este mismo contexto, casi sin darse cuenta y sorprendiéndose al fin, se dará cuenta de que se está enamorando por primera vez.
Bueno. A ver cómo me explico, porque si no me sereno me va a salir todo muy negativo y tampoco es para tanto.
Empecé la lectura con muchas ganas, pues en estas épocas de exámenes lo que más busco es que el libro me haga perderme entre sus páginas y que me aleje un poco de tanto agobio, y el principio no estuvo mal; de hecho, la trama no está mal, pero el caso es que no ha conseguido engancharme: me ha parecido que el libro avanzaba de forma muy lenta y que pasaba las páginas sin que ocurriese nada.
Y no era frustración por querer saber quién era el asesino y que no me lo dijesen, era simplemente aburrimiento, y creo que un libro que te aburre es peor que uno que no te gusta.
Ni siquiera me emocionaba el hecho de descubrir quién era el culpable porque la verdad es que desde un momento muy temprano en la historia, queda bastante claro a pesar de que la autora quiera presentarte a todos los hombres como unos brutos violentos que siempre tienen algo que esconder y por lo tanto, los convierta en sospechosos a la primera de cambio. Pues claro que tienen algo que esconder, igual que todo el mundo. Claro que entre el pasado que tiene la pobre Lei y la mala suerte que recae sobre ella normal que vea fantasmas por todas partes.
Tal vez si hay algo que se salva en el libro es que los personajes, en general, me han gustado bastante; sobre todo Pono, el compañero de Lei, y Keiki, su perra -tal vez es un poco triste que uno de los que más me ha gustado sea un animal, pero es lo que hay-.
Y no sé, no quiero extenderme más: es un libro que he leído y que no he disfrutado, un libro que he terminado más por inercia que por ganas porque me estaba resultando demasiado lento. Con esto no quiero decir que no lo leáis, porque ¡oye! Tal vez a vosotros os encante, no sería la primera vez que voy contracorriente; pero simplemente no me veo capaz de deciros algo que no siento.