Reseña: Deidad — Jennifer L. Armentrout

DEIDAD

(Covenant #3)

Editorial: Kiwi

JENNIFER L. ARMENTROUT

Vale, os prometo que la portada no es así. Me refiero al color tan potente, ese rojo tan vivo que me está haciendo daño a los ojos. Porque sí, el cuello en posición extraña está y se ve muy bien. No todas las portadas podían ser perfectas. Además, tapando eso tampoco es tan fea. El rojo tira más a granate, por si os interesa.

Este es el pilar central de la saga, el ecuador, tan solo me quedan dos libros más para terminarla (el 5 no ha salido #drama) así que puedo aseguraros que merece la pena porque me está gustando mucho.

Después del impactante final de Puro, Álex vuelve al Covenant sin saber a qué atenerse. Está preocupada por todo y razón no le falta. Le atacó un puro, Telly no le tiene nada de cariño, las furias fueron a matarla a ella en específico... vamos que está pasando una no muy buena racha. Además el día de su cumpleaños parece estar cada vez más cerca y comienza a sentir la fuerza del Apollyon antes de tiempo; cosa que no le gusta nada pero a Seth le anima un montón. Básicamente es: "todo el mundo me odia, ay madre en qué voy a convertir a Seth cuando Despierte".

Cada libro hace que la saga mejore un poco más. Lo que me he podido reír con este. Te piensas que va a ser todo serio porque la tensión va en aumento y sin avisarte pasan cosas que... en serio, me he reído un montón. ¿Cómo mezcla ese ambiente de agitación con esos momento épicos? No lo sé, pero me ha encantado.

Realmente no puedo decir mucho más porque ya sería spoiler y sé como se pone la gente con los spoilers.

¿Profundiza en algún otro personaje? No. Sigue centrándose en Álex, su triángulo amoro y su problema con su cumpleaños. Pero comenzamos a ver un cambio en esa Álex impulsiva del primer libro que se lanzaba de cabeza a la piscina sin comprobar si había agua o no. No digo que tenga un desarrollo estupendo, pero poco a poco es más consciente de lo peligroso que es su poder y más aún su poder cerca de Seth.

Hablando de Seth, lo que os va a hacer sufrir en este libro. No quiero decir nada pero os lo he dicho todo. Ahora mismo pienso que es tonto del culo y que tenía menos cerebro de lo que me imaginaba pero aún así le sigo prefiriendo antes que a Adrian (de Vampire Academy).

Es que no os voy a mentir, son libros para pasar el rato. Yo porque tengo una pila de pendientes impresionante, me agobio y no leo pero si me pusiera en serio me leía la saga en tres días. Son como pipas. Jennifer L. Armentrout tiene una forma de narrar como muy fluida, no parece que el libro tenga más de 200 páginas y las tiene (vaya si las tiene) pero te lo ventilas sin darte cuenta. Engancha un montón.

Sí, hay cosas típicas que te dan ganas de matar a la protagonista o al menos partirla una silla en la cabeza —todo muy sutil—. Pero no es algo que resulte molesto como puede ocurrir en otras sagas, sino que sucede y piensas "tonta" pero no le das más vueltas. Esto es en parte porque Álex no es la típica protagonista, así que aunque tenga sus momentos fail, lo compensa bastante con la determinación que tiene.

Y bueno. EL FINAL. No sé cómo la gente ha podido esperar año y medio para el cuarto libro porque yo hace menos de un día que lo he acabado (casi dos cuando se publique esto) y me estoy muriendo por el cuarto. Real.

No sé por qué no la habéis empezado ya, tenéis que hacerlo. Yo solo puedo pensar en ponerme con Obsidian cuando la acabe así que imaginaos lo que me está marcando esta autora.

La culpa de que haya leído este libro la tiene Laura de Volar Entre Líneas.