Reseña: El escolta — Amber Lake

EL ESCOLTA

Amber Lake

Editorial: Ediciones Kiwi
Páginas: 272
Autoconclusivo

La verdad es que me llamaba la atención porque me recordaba a la película de El guardaespaldas, y es un peliculón -sí, de amor, de los que me gustan, qué le vamos a hacer-, además estaba un poco cansada de la tensión que me provoca leer tanta saga, así que cuando vi que era autoconclusivo y no muy largo -además de amor, por supuesto-, así que dije "Para mí". Y aquí estamos.

Después de recibir el soplo de que alguien intentará secuestrar a Karla, la hija de un millonario industrial, la policía se pondrá manos a la obra para cazar a los futuros culpables, y por su parte, el rico padre, no perderá el tiempo para encontrar al perfecto escolta para su querida hija. Así es como entra en escena James Foreman, un exmilitar dueño de una empresa de seguridad al que no le hace mucha gracia el encargo, pero que aceptará por compromiso. Karla resultará ser una joven increíblemente bella; además de testaruda, alocada y un poco toca narices, pues al verse obligada a tener vigilancia continua, hará todo lo posible por entorpecer el trabajo de James. Discutirán y tendrá un montón de roces; pero bueno, ya se sabe que el roce hace el cariño. 

Lo empecé con muchas ganas porque hacía bastante tiempo que no leía nada en lo que tuviera que meterme en la historia para intentar averiguar quién era "el malo", y es algo que, aunque la mayoría de las veces ando totalmente desencaminada, me encanta, porque me mantiene completamente en vilo y hace que no quiera dejar de leer. Por esta parte, a pesar de que aunque parezca mentira adiviné desde el principio quién era el antagonista, me ha gustado mucho el libro. El problema ha sido que en la mayoría de las ocasiones en las que la trama no giraba alrededor del misterio, se me ha hecho un poco pesado. 

Tengo que admitir que, más allá de me cayesen bien o mal, cómo son tratados los personajes es un puntazo del libro, ya que acabamos conociendo a todos perfectamente. Son muy explosivos, tanto para bien como para mal: James, el eterno profesional que no quiere hacer mal su trabajo por nada del mundo y con un pasado que lo dejó completamente marcado, aunque en muchas ocasiones me ha parecido frío, cuando al fin supe qué había ocurrido, lo entendí todo y me cayó mucho mejor. Sin embargo no puedo decir que me haya pasado lo mismo con Karla, aunque su padre se casase con una mujer mucho más joven, y no le haya prestado mucha atención desde entonces, no me da ninguna pena porque me ha parecido una mujer caprichosa, egocéntrica y testaruda. Es que no soy capaz de comprenderla, vale que no sea plato de gusto que te priven de tu intimidad, pero ¡a ver! Si te ponen guardaespaldas será por algo, no creo que debas intentar molestarlos o ¡distraerlos! Por mí, la podrían haber secuestrado desde el principio, aunque así no hubiese habido historia que contar.

En cuanto a los secundarios, sobre todo han destacado Rachel, la prima de Karla, aunque no sabía muy bien qué pensar de ella... y el padre de Karla.

Sabía que era un libro romántico. ¿Cómo no iba a saberlo si tengo un sexto sentido respecto a ello? Y aunque me encantan las pastelosidades, no ha terminado de gustarme cómo ha sido llevado la historia de amor en esta ocasión. Es que por muy buena que estuviera ella, con lo repelente que es, no sé cómo se ha podido enamorar James, sinceramente. Vale que el amor es ciego pero sin pasarse. Y aunque sí, me ha gustado ver cómo surgía esa chispa entre ellos, ha llegado un momento en el que ha empezado a cansarme que estuviesen ahí todo el tiempo ******** como monos. 

En resumen, es un libro que me ha entretenido mucho, lo leí muy deprisa porque me enganchó la trama de misterio, y a pesar de que ha habido cosas acerca del romance que no me han terminado de gustar, sí he disfrutado mucho leyéndolo.