BAJO LA MISMA ESTRELLA
JOHN GREEN
Autoconclusivo. Editorial: Nube de Tinta
Creo que si
un blog literario no tiene reseña de Bajo la misma estrella, no es un blog
literario. Para qué engañarnos, este libro ha dado la vuelta al mundo y, si en
algún momento se había parado a descansar, la película lo ha vuelto a impulsar.
Es por eso que estoy aprovechando yo a publicar la reseña tan tarde, porque la
película en España se estrena el 4 de Julio. En nada, vaya.
Voy a ser
totalmente sincera, la primera vez que oí hablar de él —las primeras veces— lo
escuché de pasada y en cuanto mi cerebro captó cáncer dije: “no”. Llamadme tonta (¡Tonta!) pero no me gusta leer
sobre ese tipo de cosas, leo por entretenerme y si sé que voy a estar llorando
o pasar un mal rato o peor aún; las dos cosas, no lo leo. No soy masoquista.
Fue entonces cuando me topé con el canal de Fa hace muuucho tiempo y al ver que
a ella le gustaba tanto me informé más y todo el mundo decía lo mismo: que era
sobre cáncer, sí, pero que se te olvidaba, que no le daban un peso enorme en la
trama. Semanas más tarde llegó el boom —un GRAN boom— y no tuve más remedio que
leerlo.
Hazel Grace
es una adolescente con cáncer pulmonar. Sabe perfectamente que se va a morir en
un futuro relativamente próximo y lo ha aceptado. Pero sus padres siguen siendo
los padres de una adolescente y no pueden evitar querer que tenga una vida. Que
se divierta. Es por eso que la obligan a ir a un grupo de jóvenes con cáncer
que se reúnen en el sótano de la iglesia. Ella no quiere ir, porque es un
tostón de grupo de ayuda y el único que le cae bien es Isaac —que tiene cáncer
en los ojos y una novia pegajosa— pero como es una buena hija, va por su madre.
Es entonces cuando conoce a Augustus Waters, amigo de Isaac con cáncer en
remisión, que tiene una forma de ver la vida un tanto peculiar, la casa llena
de frases positivas y sabe lo increíblemente atractivo que es para las mujeres.
No sabéis la
cantidad indecente de postit que tengo en el libro. Es que no os hacéis una
idea. Creo que tengo el libro forrado. Si alguna vez se lo presto a alguien va
a tener que ir quitándolos para poder leer porque he marcado cada maldita
palabra del libro.
Me esperaba
una historia cruda, desde el principio, pero no fue así. Hazel es una chica
bastante peculiar debido a todo lo que ha tenido que soportar, por lo que
aunque es un libro romántico, ella no es la protagonista que nos solemos
encontrar. Tiene una visión un poco escéptica del mundo y nos lo demuestra en
cada capítulo.
Augustus me
enamoró desde que aparece. Es que no tuvo que decir nada. Mira que yo estaba un
poco reacia porque mi lista de Buenorros Literarios está a reventar, pero es
que llegó al primer puesto sin necesidad de luchar por él. Es perfecto, en todos
los sentidos y me fastidia un montón que no haya más gente como él, porque yo
viviría mucho más feliz. (No me vengáis ahora con que vosotros no, que nos
conocemos ya…).
Los padres,
a diferencia de en otras novelas, tienen un papel de secundario importante bien
desarrollado que aportó calidad a la novela porque podíamos ver cómo unos
padres se enfrentaban a la pérdida de su hijo. (En el caso de Augustus le
habían llenado la casa de carteles para animarlo pero creo que los padres de
Hazel son los mejores.) No es fácil que se vaya a morir un ser querido, pero
creo que en el caso padre-hijo debe ser horrible. (Ningún padre debería tener
que enterrar a su hijo, frase que creo que salía en una película y me marcó.)
No me espera
que fuera tan divertido, quiero decir, la mayoría de las conversaciones que
tienen son de
cachondeo entre ellos y si no lo son ya aparece Gus para hablar
de lo guapo que es. Incluso en las partes más desgarradoras de la novela hay
puntos que no puedes parar de reír por lo que te ríes, lloras, te ríes mientras
lloras y lloras mientras te ríes. Por eso recomiendo que no lo leas en lugares
públicos.
Creo que se
convertirá en la novela romántica contemporánea por excelencia. O al menos
peleará por el puesto. Pero lo bueno de ésta, es que no solo es el amor entre
ellos, sino el amor en todos los sentidos; al igual que no es el cáncer, sino
la enfermedad, el hecho de ser o no recordados, la posteridad…